Un hombre camina por un túnel durante días envuelto en una especie de crisálida sentimental, amarga y opaca, que no le deja respirar ni pensar con claridad. De repente una luz a lo lejos avisa del final de esta cueva artificial donde hace tiempo que ya no pasan coches. Cuando sale por fin la luz le hace daño a los ojos, pero esa espesa capa que invadía su alma desaparece. Y puede respirar, imaginar y soñar. Stéphane Paut, o Neige, o Alcest, o como queráis llamarlo se ha recreado en ese sentimiento con ‘Shelter’ (Prophecy, 2014), una colección de nueve canciones que caminan entre una emoción liberadora y un sentimentalismo algo oscuro.
Este nuevo álbum del músico francés y su inseparable batería Winterhalter es ambas cosas, un refugio en el que resguardarse del pecaminoso mundo exterior o del que poder salir para dar los buenos días a las pequeñas maravillas que nos rodean a cada paso que damos. Sin embargo, cuando entramos en materia y dejamos atrás el universo de las sensaciones para fijarnos en lo puramente musical, si es que esto se puede separar, ‘Shelter’ es bastante irregular.
Tiene grandes momentos luminosos llenos de ese shoegaze delicado y denso que cada vez más acercan a Alcest hacia My Bloody Valentine, me refiero a temas como ‘Shelter’ por ejemplo, donde las guitarras, esas que una vez sonaban a Black Metal, y la voz dañada de Neige acarician una atmósfera post rock llena de matices. Sin embargo, esas ganas de evitar el estancamiento del músico francés también desembocan en varios momentos de inevitable intrascendencia que, claro, aburren. ‘Voix Sereines’ es ese tipo de canción olvidable que hace daño al disco. No empuja a sumergirte en su melodía y no ayuda a querer continuar explorando este refugio.
‘Shelter’ quiere dar un suave giro a esta empresa que comenzó con ‘Souvenirs d’un autre monde’ (Prophecy, 2007). Esta especie de misión por convertirse en la referencia del shoegaze o blackgaze ya les aburre (como a un servidor las millones de etiquetas para describir generos, subgéneros y sub-subgéneros) y es una gran noticia que Alcest pretenda volver a sonar con frescura. Pero de ese refugio es más complicado salir, aunque este último trabajo tenga algunas pistas (entiéndase como canción o como indicio).