[dropcap type=»1″]E[/dropcap]n su adolescencia menos inmediata, Marika Hackman jugaba a ser modelo junto a su amiga Cara Delevingne. Lo que para una terminó convirtiéndose en su profesión, para la otra no se quedó en otra cosa que una broma. A Hackman lo que le gustaba era crear música y se ha pasado todo el 2013 haciendo canciones tan disfrutables como maduras.
La música de Hackman proyecta un ambiente barroco entre el ‘Chelsea Girl’ (Verve, 1967) de Nico y el más calmado Kevin Ayers de sus inicios con una voz que fija su belleza en Nick Drake. Su primera toma de contacto a tener en cuenta fue el precioso y elaborado EP ‘That Iron Taste’ (Dirty Hit, 2013), compuesto por siete temas que hacen pronosticar un futuro interesante a corto plazo.
Como intermedio entre éste y su debut en largo, la británica ofrece este ‘Deaf Heat’ (Dirty Hit, 2014), un EP de cuatro temas en el que los coros de catedral siguen presentes bajo su atractiva voz que se atreve -no con un espectacular resultado- a versionar el ‘I Follow Rivers’ de Lykke Li. Deja, sin embargo, un buen sabor de boca con soñar que su primer trabajo se convierta en lo que se espera.
[quote_box_center]Dirty Hit | 2014[/quote_box_center]