Cualquier trabajo de Sharon Jones & The Dap-Kings te transporta. La artista se comporta como una mesías intertemporal del soul/funk/R&B, pero sin complejo; ni, aún menos, complejos. Como viene siendo costumbre, su quinto álbum, ‘Give the People What They Want’ (Daptone Records, 2014), trabaja en resucitar la esencia de los géneros negros de mediados de los 60’ y 70’, insuflarles de nueva vida, al tiempo que los hacen suyos.
No es un caso de purismo irracional. No experimentan con géneros poco afines a sus influencias, pero hacen suyo cada palo que tocan con melodías tan sublimes y emocionales como las de ‘Retreat!’. Los espacios del álbum se completan con una cohesión entre los distintos instrumentos envidiable, complimentando el juguetón galope de ‘You’ll Be Lonely’ o el R&B revival de ‘Making Up and Breaking Up (and Making Up and Breaking Up Over Again)’, siendo este último el tema menos brillante y personal.
Las letras son cercanas, duras, aunque la música no lo acompañe, tal y como marca la tradición del género. La voz de Jones logra transmitir ese dolor –aunque sin la intensidad de otras grandes divas– y, a la vez, una impermeabilidad escondida hacia el mismo, con una buena técnica aunque con ciertas limitaciones de tesitura; eso sí, genialmente acompañada por su sección corista. Pero este purismo pecaría de hipócrita de pasar por un ordenador al final. Por ello, como siempre, la producción de este álbum recurre en su totalidad a medios analógicos y su calidez no admite discusión. No es la misma claridad, pero la atmósfera es, simplemente, más creíble y auténtica.
Y no sólo el equipo cumple estas exigencias, los métodos y técnicas recrean los años de oro de aquellos géneros: por ejemplo, un estéreo extremo en el que solo la voz de Sharon Jones ocupa el centro (el resto de instrumentos, incluidos batería y bajo, siempre a un lado, lo cual no es común a día de hoy). Técnica que se rige por una filosofía que parece dar sus frutos, gracias a un revival inteligente y pasional.