Tennis retoma el rythm n’ blues, el funk y el dream pop en un quinteto de canciones que conforman ‘Small Sound’ (Communion, 2013). Es dulce, la voz de Alaina Moore te encandila entre su suavidad y su vibrato; es una voz que enamora en unas canciones que cumplen su función.
Los temas arrancan con decisión, salvo ‘Timothy’, al que cuya salida en falso le juega una mala pasada y no vuelve a remontar. Una sola característica negativa no está nada mal, todo lo que queda es alegre, no hay líneas que reemplacen la jovialidad infecciosa con la que ‘100 Lovers’ o ‘Mean Streets’ te acabará contagiando.
La instrumentación es variada, pasa de las guitarras más funkies a los clavinets y sintetizadores en capa tras capa que, sobre todo, enaltecen a una producción espaciosa, quizás demasiado confiada en la reverberación, pero perfectamente organizada. El disco respira y te hace sonreír, sin mayores pretensiones, así que relájate y déjate llevar.