Una sala llena, más de dos horas de concierto, nueve músicos y 20 años de carrera se dieron cita en Madrid. Tindersticks llegaban a la capital para presentar ‘Across Six Leap Years‘, un álbum que celebra y recicla la carrera de los británicos liderados por Stuart Staples, el hombre de la más profunda y romántica voz de la música actual. Es complicado encontrar una formación que, con dos décadas encima de los escenarios, se encuentre en el estado de forma que demostraron ayer en Joy Eslava, uno de los mejores conciertos de la temporada.
La sobriedad contenida, la soberbia interpretativa y el encanto melancólico protagonizaron un directo en el que lo único que pudo apagarlo fue un intermedio entre la primera parte del show y la segunda; 30 minutos que se hicieron muchos más tras ver el comienzo oscuro y atractivo de los primeros 20 minutos de espectáculo.
Comenzada la segunda mitad, más larga y exultante, la banda fue entrando en ese calor que acabó por atrapar a un público que permaneció en silencio gracias al hipnotismo de temas como ‘Sometimes It Hurts’ -con la que comenzaron el nuevo arranque-, ‘If You’re Looking For a Way Out’ o ‘The Other Side of The World’. La magia comenzó a brotar con una versión tan espléndida de ‘Say Goodbye to The City’ como la que se presentaba en el ‘Across the Six Leap Years‘, demostrando que la calidad de la banda se hace ver tanto en Abbey Road como en la céntrica sala capitalina.