Dejando de lado que todos estos premios parecen iguales, que no alcanzamos a distinguir entre Brit y Grammys (por ejemplo), que premian todos los años a los mismos y que prima el postureo, os vamos a contar brevemente los «triunfadores» de la noche de ayer en una gala de los Brit sin ninguna sorpresa.
Emeli Sandé, esa artista sin nada nuevo que ofrecer ni aportar al mundo de la música, se hizo con el premio a la mejor solista femenina y al mejor álbum por «Our Version of Events». La escocesa se convirtió así en la gran protagonista de la gala. Ben Howard, de lo poco rescatable, se hizo merecidamente con el premio a mejor solista masculino y con el premio artista revelación. Los infinitamente sobrevalorados Mumford & Sons (crítica de Babel, aqui), se llevaron el premio a mejor grupo, con su correspondiente actuación a lo «granjeros pijos con banjo», como diría Jake Bugg.
Nos movemos a EEUU y The Black Keys y Frank Ocean fueron los protagonistas y conquistaron los premios al mejor grupo internacional y mejor solista internacional masculino. Adele se llevo el premio a ¿mejor single del año? por su composición para Skyfall. Para rematar, y por si fuese poco, el premio a la mejor actuación en directo se lo llevaron Coldplay. Si, Coldplay.
Ah, y Lana de Rey, premio a mejor solista internacional.
Por la O2 Arena desfilaron Muse, Munford & Sons, Justin Timberlake, Ben Howard, Robbie Williams y Taylor Swift. Artistas que, por otra parte, prácticamente nunca hemos visto en una entrega de premios.
Hace mes y medio publicábamos nuestros favoritos. Y si, únicamente hemos acertado con The Black Keys.