El futuro de la industria parece abrirse a pequeños pasos hacia la auténtica democratización; no sin golpes y empuje por parte de las pequeñas discográficas. El servicio de streaming Pandora se ha convertido en el aliado de los sellos independientes, aprovechando el hueco que YouTube comenzó a abandonar decididamente en sus últimas negociaciones.
El grupo Merlín, que engloba a más de 20.000 sellos independientes -como Merge Records, Domino Records o Warp Records-, ha cerrado un acuerdo con la plataforma por el cual sus artistas estadounidenses tendrán una mayor difusión, equiparable a la de las casas multinacionales. Junto a esto, las regalías de sus escuchadas crecerán considerablemente, aunque aún no se ha establecido un porcentaje concreto.
El apartado que más interés puede encerrar para sus artistas es la apertura de los metadatos del servicio. Podrán ver qué canciones han funcionado entre el público, tanto a nivel general como geográficamente -una herramienta muy útil para planificar sus giras, como señala The Fader– y otras analíticas que ayuden a los grupos a encarar sus carreras de una manera más eficiente.
¿Por qué este es el movimiento más inteligente de Pandora? Precisamente, estamos presenciando una etapa de acometividad por parte de las pequeñas discográficas. Son una absoluta mayoría y cuentan con el respeto de los artistas y del público. Su reducida magnitud les ha llevado a aglomerarse en asociaciones como Merlín, IMPALA o UFI en España, llegando a tener un poder de presión e influencia más cercano a las grandes casas discográficas. Queda esperar si otros actores de la industria comienzan a trabajar en esta dirección.