Tantas. Tantas cosas en las que invertir tu tiempo. La felicidad es cosa de cada uno. Puede que a ti te haga feliz estar afiliado a un partido político. A mí me parece triste. Puede que creas ser feliz con ese nuevo collar de perlas y ese señor mayor a tu lado. Quizás tu felicidad consiste en matar las horas en un gimnasio. Soy de los que opina que primero hay que trabajar el cerebro y después el bíceps. Al fin y al cabo, hay tiempo para casi todo. ¿Qué podrías estar haciendo todas esas horas que malgastas cada día en actividades que no te aportan absolutamente nada?.
Adopta un perro. Invita a unas cañas a tus amigos. Túmbate en un parque con tu pareja. Léete un libro. Aprende a cocinar. Dile a tus padres lo muchísimo que los quieres. Practica tu deporte favorito. Escápate. Aprende un idioma. ¿Ya has adoptado el perro? Edúcale. Diles a tus empleados lo mucho que aprecias su trabajo. La radio. Escucha la radio. Vuelve a mirar ese álbum de fotos. Ten una conversación. Con quien sea. Habla. Incluso con tu perro. Escucha música. Prueba un buen vino. Hazle el amor a tu pareja. Aféitate esa barba, se te está yendo de las manos. Piensa en el futuro. Una buena película. Vete a Granada, pídete una cerveza y verás las tapas. Breaking Bad. Protesta. Sal a la calle y protesta. Infórmate.
La cultura del entretenimiento. ¡Maldita sea! ‘La Voz’. ‘¡Tú sí que vales!’. ‘Factor X’. ‘¡Mira quien baila!’. ‘Alaska y Mario’. ‘Gran Hermano 237’. ‘Los Brit‘. Bárcenas. ‘Los Grammy‘. ‘¿Quién quiere casarse con mi hijo?’. ‘Granjero busca esposa’. ‘Gandía Shore‘. La MTV. Tu carnet de afiliado. ¿Acaso es eso cultura?. ¿Es siquiera entretenimiento?. Estás nominado.
Nominado a ser un borrego más. A desperdiciar tu tiempo, tu vida. A no progresar. A no querer progresar. ¿De verdad prefieres invertir tu tiempo libre en el tercer párrafo y no en el segundo? En una sociedad adormecida por una interminable y vomitiva crisis, corres peligro de no disfrutar del lado bueno de las cosas. Acaba la intervención de Melendi en ‘La Voz’. Te levantas del sofá. Te cambias y vas al gimnasio. Unos batidos y al volver te está esperando tu fiel amiga, ‘Gandía Shore’. Llega el fin de semana y tus inseparables vasos de plástico del chino con hielos y el peor ron que te encuentras ahogan tus penas. Unas penas que no serían tales si despertases de tu letargo, si no te estuvieses convirtiendo en un borrego. Quizás todavía no lo seas, pero estás en el alambre. Y es muy fino. Estás nominado.