Si hay algo que no cambia en la música es la sorpresa por la juventud. ¿Cómo alguien que no llega a la veintena puede crear algo tan sorprendente? King Krule dio una buena lección en 2013 con ‘6 Feet Beneath the Moon‘ (XL, 2013), dos días después de haber cumplido los 20. No era nuevo. Con 16 años había comenzado una carrera que llamó a las puertas de la industria con el EP ‘King Krule‘ (True Panther, 2011). El año pasado también asistimos a la subida de Lorde al Olimpo. ‘Pure Heroine‘ (Universal, 2013) la ha convertido en uno de los nombres más reconocidos de la música actual con 16 años, ahora 17.
En este orden aparece con 2014 Holly Lapsley Fletcher, Låpsley. Liverpool ha visto nacer a esta joven de también 17 que con el single ‘Station’ ha terminado por llamar a una industria que debe reciclarse. Desde la electrónica ambiental al minimalismo acústico, la que muchos consideran la respuesta británica a Lorde tiene las armas suficientes para dar que hablar.
Holly utilizó el descaro y la falta de pretensiones de su edad para incluir en el EP ‘Monday‘ lanzado hace tres meses una versión de ‘Blue Monday’ de New Order que sorprende tanto por la adaptación de los parámetros del estilo de la joven como por la calidad. Las cuatro canciones atrapan por su forma de entender las lecciones de James Blake, predicador que va sumando con los años como músico influyente.
Låpsley juega con su propia voz, convirtiéndola en una pareja masculina grave e inexistente que clama a las puertas de la música de este 2014 un merecido lugar. Veremos qué es de la joven. La cosa promete.