¿Pero esto qué es? Suena como si un gatito estuviese llorando en tu puerta, acurrucado, en navidad, y tú fueses a abrirle la puerta… al principio, Peach Kelli Pop me recordaron a una repulsiva postal navideña: esa voz, atrás, susurrando tras la pandereta y las dóciles guitarras. Un pop facilón de lo más… pegadizo. Sí, al final esa melodía repelente acababa por darte en toda la cara, entrando en tu cerebro por la puerta de atrás, para no volver a salir. Esta joven banda canadiense lanzó hace dos años su primer Lp homónimo (con una portada que revolvía estómagos): un disco cargado de pildorazos pop, en el que no sabias si señalar a los Ramones o las Ronettes. Música Ye-yé, garaje de calidad, con mucho gusto, y que desapareció de la tierra en un suspiro…
Pues bien, ya llevaban dos años olvidados. Peach Kelli Pop acostó su pop onírico dentro de alguna casa de Ottawa hasta hace un par de semanas, cuando Burger Records anunció que iba a lanzar su segundo trabajo, y nos regaló este adelanto:
¡Madre mía! Pegadiza desde la primera escucha, deliciosa, y con una melodía fresca, directa. Dreamphone es un corte como los de antes, con un gusto soberbio que te lleva desde la Motown a la nueva ornada de bandas de Los Ángeles. Un grupo que ha sabido escuchar mucha buena música, para luego convertirla en canciones que no pararás de repetir.
En navidad sale el nuevo disco de Peach Kelli Pop, quizá el gato te arañe…