El huracan

Fecha:

EL ELEFANTE ESTÁ BORRACHO

¿Os acordáis cuando Dumbo se la pilló doblada? “Picos” de surrealismo semanales

¿Cuántas noches y días extraños duraba ya esta mierda? Abrí mis ojos inyectados en sangre y en mi boca estaban los pies de mi amigo. Menos de cuatro metros cuadrados de invernadero mediterráneo, siete kilos de arena y mi bote de lentillas de diez dioptrías en alguna parte. Cuando salí del hervidero de esa tienda de campaña, a mis pies el doble de Paul Gascoigne roncaba como una mula utilizando una piedra como almohada sin inmutarse del sol de 30 grados a las 10 de la mañana de Benicassim. Levanté la cabeza y giré 360 grados: la escena era catatónica, como si miles de mutantes hubieran buscado hasta la última célula.

—¡Fuego!, gritó alguien.

Joder, el único puto momento en los cuatro días que subía al camping para brindar con mis amigos y ocurría lo más interesante del festival. Fuego detrás de Paul Weller. Había rechazado la opción de mamársela a esos pseudo-mods de cualquier tiempo pasado fue mejor, ni siquiera tenía que escribir sobre ello. Estaba tan drogado ya a esas horas que hasta era imposible creérselo, no me enteraba que ese viento, con el que planeaba cantando “Seven Nation Army” con ese magma de trabajadores de imprenta de Nottingham, era un huracán.

—¿Por qué lo hacen tan puro?, dijo mi amigo.

—Te puedes colocar más sin drogas que con ellas, contestó alguien. Creo que era mi conciencia, y no hablaba en alto. 

Todo era como un circo. El festival estaba ya cancelado a esas horas y aquellos hijos de Satanás de mentalidades anti-atávicas volaban gritando “¡soy Superman!” con rachas de 100 killómetros por hora esquivando telas de tiendas de campaña y palos de metal, despreocupados de la histeria colectiva. Todo estaba ordenado para ellos por fuera pero su mente era pensamientos de lava que no levantaban el vuelo. ¿Nos habíamos degradado al nivel de animales irracionales? Mi otro amigo estaba cagando en una caja. Cogió y la tiró al camino. Pasó su ex novia y le dio una patada. El acopio de yonquis nos descojonamos de la gracia.

—No es la caca, es el misterio que encierra la mierda, vociferó contra Eolo.

¿Qué estaba haciendo yo allí? ¿Cuál era el sentido? Estaba en plena quimera por las drogas. ¿Quién eran todos? Había muchos. Eran perdedores. ¿No piensan en valer algo? El caos de la inquietud desalmada. Proyectaba en mi cabeza esas horribles ganas de coger un pistola y ponérmela en la sien pero tener los ojos como en una cámara desde fuera para ver como mis sesos se esparcían en un radio de tres metros, o en la boca, para hacer saltar la garganta. Sin duda estaba pasando por la fase depresiva de la cocaína pero no era eso. Quería Nueva York. ¿Por qué lo había dejado? Me hundo en la contradicción, siento miedo del significado de las palabras. Terror de caer al vacío y no buscar lejos de lo sentido, tan simple.

—U2 es la mejor banda de la historia. Mientras lanzaba mi alma contra las rocas, mi amigo me empotraba en la cara su tatuaje de Bono en la pierna.

—Que quieres que te diga, amigo. No sé en el tuyo, pero en mi trabajo debo ser moderno.

Fueron las únicas palabras que emití en toda la noche. Hablaba solo en mi particular galimatías que era la desesperación catatónica de la sobriedad del lento día. La noche se pasa rápido; vibraciones intolerables, refugiado en la generación de la comodidad donde me permitía consumir todas las drogas posibles a mi alcance bajo mi halo de plumilla sabelotodo de música superflua. Si la vida se reduce a la supervivencia, ¿quién coño me iba a tomar en serio? “Raro para vivir y escaso para morir”: me había repiqueteado tanto a Hunter, asqueaba su estilo de vida porque soy más simple que un cubo, pero al final me había convertido en otro friki en mi mundo de los frikis.

—Debería bañarme, dijo mi otro amigo.

—Te deberían encerrar, contestó mi amigo.

—Castigado sin comer techo, gritó mi otro amigo en el ascensor de la tienda de campaña.

—Sois más frikis que la mierda, concluí yo, y no se oyó ya más a ningún hijo de Satanás, solo el viento del campo tres del Anapurna. 

No hablé más en 24 horas. Se jodió, la jodí, mi recuperada novia me estaba acusando por SMS de haber consumido “esas sustancias”. Mi cuerpo había absorbido tanta droga que me había anulado la conciencia. Pero era un buscador de la verdad, y eso era magnífico. Me fui a dormir en el apocalipsis.

(…continuará)

Dani Garcia
Dani Garcia
Periodista. Formó parte de HABLATUMÚSICA.com de 2011 a 2013, alcanzando especial repercusión con su columna 'El Elefante Está Borracho'. Actualmente prosigue su carrera en Doist PR.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Popular

Relacionado
MÁS COMO...

Se acabó el rock and roll: HABLATUMÚSICA dice «hasta pronto»

Tras casi cinco años como medio, HABLATUMÚSICA dice "hasta pronto". Esperamos que hayas disfrutado tanto como nosotros.

Escucha ‘Popular Problems’, el nuevo disco de Leonard Cohen

Leonard Cohen estrena en streaming su decimotercer álbum de estudio, 'Popular Problems', a través de la web de NPR.

Miley Cyrus se atreve a versionar ‘Babe I’m Gonna Leave You’ de Led Zeppelin

Miley Cyrus deja el twerking y las lenguas pseudo provocativas aparte para versionar 'Babe I'm Gonna Leave You' de Led Zeppelin.

¿Cuánto sabes de Oasis?

¿De verdad te consideras un fan de Oasis? Demuestra que lo eres superando esta decena de preguntas que hemos preparado.