Han tenido que pasar tres años para que Dotore volviese a la actualidad musical. Tras la publicación del gran ‘Los Veranos Y Los Días’ (Sones, 2011), Pablo Martínez Sanromá regresa con ‘Variaciones’ (Sones, 2014), un álbum con el que condensar el verano en 30 minutos y del que disfrutar de una electrónica cuidada amparada por canciones tan bellas como adictivas.
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La prolongación Delorean
Para conseguir el nuevo sonido de Dotore, Martínez contó con la ayuda a la producción de Guillermo Astrain, miembro de Delorean. El resultado es una bonita escisión de la electrónica cuidada que practican los de Zarauz unida a sonidos tropicales que se adaptan a la perfección a la música que ya venía practicando Dotore en sus primeros trabajos.
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El álbum para el que el verano nunca termina
Justo cuando el verano está diciendo adiós, aparece el tercer trabajo de Pablo Martínez Sanromá para extenderlo 30 minutos más. ‘Variaciones’ es un álbum proyectado bajo elementos sonoros que recuerdan a playas, trópicos y atardeceres más allá de las nueve. La calidez de las composiciones, la suavidad de los coros y las letras del compositor donostiarra remiten a todo lo que siempre añoramos del estío cuando estamos inmersos en la oscuridad invernal.
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Un sonido personal
Desde que a finales de 2013 fueron apareciendo diferentes adelantos de ‘Variaciones’, se pudo comprobar que el sonido de Dotore había cambiado su forma. Pese a que las composiciones siempre remiten al esplendor de los sentimientos, Pablo Martínez ha decidido expandir su música hacia la electrónica más cuidada con singularidades que hacen al álbum único.
El dotórgano es el culpable del sonido de este tercer trabajo; un teclado creado por el propio Martínez donde su voz pregrabada crea las notas. El resultado es una obra donde los coros son protagonistas, reformulando el estilo de Brian Wilson.