LABRADOR
[2012][7,7]
Mientras el repertorio lírico-musical de Justin Bieber se centra (y limita) a banales relaciones entre adolescentes con mucho tiempo libre, la sueca Amanda Mair (pronunciado Mayer) teje elaboradas letras para las canciones de su primer y homónimo disco. Abismal diferencia entre dos jóvenes nacidos durante el año 1994, y que este 2012 cumplirán (o han cumplido, ya que desde el 1 de marzo Bieber ya “es” una persona adulta) la mayoría de edad. Pero centrémonos en la nórdica Amanda Mair, quién con 15 años grabó con su madre tres pistas por casualidad y poco después acabó fichando por el prestigioso sello Labrador Records, ubicado en Estocolmo. A partir de entonces, la carrera musical de esta promesa del indie escandinavo se ha disparado hasta el punto que ha llegado a ser comparada con Kate Bush, mítica diva pop de los ochenta.
A pesar de sus 17 años, Amanda Mair ha demostrado en más una ocasión que su temple y madurez no se corresponden con su edad. Bajo una belleza peculiar y una ya característica separación dental, declaró que sus referentes musicales eran nada más y nada menos que Bon Iver o Sufjan Stevens, lo que ya dice mucho de ella. Sin embargo, las canciones de su primer álbum de estudio se acercan más al pop electrónico de Florence + The Machine, a la dulzura de Feist o a los hits que a finales de 80 predicaba Kate Bush. Además, nos ha llamado la atención la diversidad estilística que éste presenta, con bases étnicas como en Said And Done, que abre el disco, o auténticos cañonazos electrónicos como Before (menuda intro!).
A pesar de los diferentes registros que este Amanda Mair presenta, se hace evidente la polivalencia vocal de la joven sueca. Su aguda voz es tan efectiva en la potente Doubt (uno de sus primeros singles), como en temas tan antitéticos como You’ve Been Here Before o Skinnarviksberget, ambos refinados y con presencia únicamente de voz, piano y coros. Aún así, nos ha convencido en mayor medida su faceta más bailable y animada, con la ya citada Doubt, What Do You Want o Sense como argumentos principales. Y de entre estas tres nos ha fascinado especialmente Sense, con una intensidad, frescura y estribillo que nos engancharon en la primera escucha.
Un acierto (más) de Labrador Records, que en sólo tres pistas tuvo la capacidad y acierto de ver en esta chica fría y reservada a una de las voces pop más prometedoras de los últimos tiempos. Esperemos que su inminente mayoría de edad no le ofusque las ideas y de aquí a unos años su historia empuje a otros jóvenes a “grabar por casualidad”.
por Sam Gutiérrez