- SUPERBALL MUSIC
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6,9
Una de las principales metas en una banda es la de ser únicos; encontrar en un mar de posibilidades y atestado de otros tantos en busca del mismo tesoro, ese sonido original y personal que te defina y te distinga del resto. Otras muchas cualidades conforman a una buena banda, pero esta radica en lo trascendental quizás en mayor grado. Es una búsqueda incesante que deja mella en el que la hace, repleta de tantos rasgos adquiridos que a veces es complicado no ceder en la sencillez de la imitación. Pero su descubrimiento compensa todo el trabajo y paga con creces, con lo cual, entre otros atributos, …And You Will Know Us by the Trail of Dead han forjado una carrera de propia calidad que encuentra su última parada, por el momento, en Lost Songs (2012), su octavo álbum de estudio.
En primera instancia, su formación ya marca su singularidad. Acostumbrados a la unilateralidad de las capacidades como instrumentistas de la mayoría de las bandas, los de Austin desde su formación con las cabezas pensantes de Jason Reece y Conrad Keely, las tareas instrumentales rotan entre sus miembros, pasando de batería a guitarra o voz con total libertad, ahora secundado por sus actuales compañeros Jamie Miller y Autry Fulbright II.
Cuando sacaron su single Up to Infinity demostraron no haber perdido su conciencia político-social, siendo un tema inspirado en el conflicto sirio, el cual dedicaron a la banda reivindicativa Pussy Riot, que la semana pasada estuvo de actualidad por su grave problemática con el gobierno ruso. Siguiendo con su protesta musical, comentaron que este álbum está inspirado en la apatía en la que se encuentra la escena independiente desde hace una década y este trabajo es un claro ejemplo de diversificación y novedad, porque vale más una demostración práctica que la simple y elemental enunciación formal del hecho. Mantienen la esencia “indie” (signifique lo que signifique estos días, que no será nada bueno, aunque ellos le devuelvan su sentido más positivo) y la consiguen anexar a géneros como el hardcore en un línea más comedida, el post-rock o el rock progresivo, con resultados tan buenos como personales, que en esta labor bien sirven como sinónimos.
Muchos son los temas que elevan este disco a su agraciada posición. Prácticamente desde la apertura del trabajo cada tema juega con la estudiada y variable estructuración de cada tema, rehusando comunes plantillas básicas para sus canciones, las cuales discurren de manera caprichosa, manteniendo al oyente siempre alerta; un arma lógica contra la apatía que batallan y que no encuentra lugar en el álbum. Siempre tienes la ligera sensación de déjà vu debido a su base primordial, a la que enroscan y transforman de tantas maneras que esta se queda siempre de tal manera, casi imperceptible. Podemos verlo en puntos álgidos del disco como Open Doors, Opera Obscura, Flower Card Games y otros tantos, en los que aunque la canción no destaque siempre encierra un detalle con el cual, en su total aislación, ya recupera el nivel de este álbum.
No todos los temas pueden presumir de encontrarse a esta altura, con lo que algunos de los cortes no logran transmitir esta sensación de novedosa satisfacción. Awestruck y Time and Again recuerdan a la amalgama de pop que otros muchos han fabricado con anterioridad. Lo bueno es que su ejecución es notable y nunca olvidan los detalles que definen una canción, por lo que aunque no sorprendan de igual manera, tampoco degradan el nivel general del trabajo, manteniendo una buena línea general con bajadas tan poco significativas que no afectan a la apreciación del conjunto. Un motivo de peso para estar orgulloso. No es una banda de producciones altisonantes, dejando a la pre-producción el trabajo de mayor peso. Por lo tanto hay una labor decente pero no se nota demasiado la mano de esta, obteniendo las propias composiciones su calidad en su ejecución.
Dentro de la ambivalente y altanera escena indie actual son una vía de escape, descomprimen la agobiante mediocridad acomodada creciente, mientras te ofrecen arte de calidad. Más allá de esta escena, mantienen esta inusual calidad, si bien no destacan de igual manera en cuanto a disparidad o diferenciación, como otras bandas que sobrepasan estilos y establecen su singularidad en la música en general. Pero son el remolque perfecto para un género estancado que se desentiende de la innovación en su entumecida preferencia por la incansable reproducción. Así que si se puede decir algo es que esta banda es necesaria, y no logro encontrar un mejor halago para un grupo musical.
