[dropcap type=»1″]L[/dropcap]as guitarras y los sintetizadores hacen el amor después de juguetear con el folk y el radio pop de finales de los 70′. Hacen el amor porque es el término cursi de follar y porque en aquella década se hacía el amor y nada más. Hace cinco años que Bart Davenport no lanzaba un trabajo enteramente compuesto por él. Y regresa vestido de superhéroe para arrastrarnos hacia una atmósfera atemporal repleta de buen rollo, frescura y unas suaves cuerdas vocales. Escucha ‘Physical World‘ (Lovemonk / Burger 2014) y sonríe… no te queda otra.
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Con este disco Bart Davenport firma una reliquia pop atemporal.
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La sabiduría melancólica impregna todos los cortes del álbum y puede llegar a cansar.
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Guitarras limpias, teclados ochenteros, voz suave y alma de vinilo.
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La variedad de los sonidos es admirable; no lo es, sin embargo, la monotonía de sus letras.
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Canciones como ‘Pamela’ o ‘Fuck Fame’ son incuestionables reflejos del talento de Bart Davenport.