El sonido balcánico, adaptado a los acordes vocales del líder Zach Condon, es uno de los principales motivos de la notoriedad que ha obtenido la música de Beirut. Su tercer álbum, The Rip Tide (2011), mantiene esa esencia aunque se adaptan al cambio dentro de unos parámetros: dan menos importancia a la fuerza de la melodía del este, con gran presencia de la gitana, para probar nuevas formas e innovar en los ritmos.
The Rip Tide es un disco curioso en la corta discografía de estos jóvenes. Es el que menos canciones, nueve, de sus tres álbumes tiene. La duración es algo llamativo, poco más de media hora, y que es de suponer frustre a más de uno que lo compre. Por último llama la atención la letra de las canciones. Aunque no sea muy extensa, sí profundiza en los temas, y por tanto transmite más, siendo breve y conciso. La canción que abre el álbum, A Candle´s Fire, puede dar una primera impresión equivocada del disco dado que suena al Beirut que ya conocemos. Una batería constante, la voz suave y melódica, y los instrumentos de viento que intervienen para armonizarlo todo.
La percusión y el acordeón no pierden su importancia a lo largo de las canciones, presente en el estilo de Beirut, aunque sí la gana el piano como en Goshen o The Peacock donde se dejan toques espirituales. También es constante en la canción que da nombre al disco (la más larga) y que, a la vez, es la que menos letra tiene. Pero con una sinfonía que no te da espacio a distraerte.
La evolución musical de la banda se representa según el camino, la ciudad, lo que les rodea y el momento de la vida en el que se encuentran: desde que en el primer disco en 2006, The Gulag Orkestar, cuando Zach tenía tan solo veinte años irrumpen con el folclore, personifican su originalidad en la canción Bratislava. Antes de sacar el siguiente disco se muda a París, donde bebe de los ritmos de la capital que incorpora a su repertorio, y lo simboliza en Nantes, su canción más conocida. Tras giras intensas y momentos duros, aunque no solo, la marea les lleva a casa, a los sonidos mexicanos, para homenajear en este último disco a la ciudad de Santa Fe (segunda canción del disco y con destellos de electro-pop).
A estos chavales no se les puede identificar en un estilo musical. Ahí radica parte de su ascenso. Aunque te suene parecido a lo anterior al escucharlo no lo es. Es Beirut, un grupo que hace fácil el decir que te gusta el folclore. Sin embargo tampoco se puede considerar música puramente folk.
POMPEII RECORDS [2011]
[7.5]
Alejandro Erquicia