A nadie le puede extrañar que Norah Jones se encuentre detrás de ‘Foreverly’ (Reprise Records, 2013). A Billie Joe Armstrong, por otro lado, parece ser que la rehabilitación ha abierto su perspectiva, su campo de visión. Con un álbum de versiones de The Everly Brothers es fácil acertar dentro del country, pero incluso ahí puede caer en la reiteración, lógica como fan del género, aunque conformista fuera de dicho cerco.
Con su último álbum, ‘Little Broken Hearts’ (Blue Note, 2012), Jones acertó de pleno en una evolución natural y agraciada. Sin embargo, la llamada de las raíces es inapelable y vuelve en alianza con el líder de Green Day a su hogar, la tradición del country de figuras icónicas como son The Everly Brothers y cortes clásicos como ‘I’m Here to Take My Baby Out of Jail’. Ella brilla en su dulzura donde Armstrong funciona como voz secundaria. Un buen apoyo continuo en dobles voces, aunque las clásicas armonías en terceras tan reconocibles hayan sido obviadas.
Y hasta ahí, en la mayoría del álbum, podemos estar de acuerdo en su purismo. Entonces llega ‘Barbara Allen’ y Armstrong toma la voz protagonista, donde salen a relucir las claras carencias del de Green Day como vocalista clásico y recuerda, muy a mi pesar, a las remilgadas baladas del trío de punk pop. Al igual que en ‘Kentucky’ no pasa desapercibida la poca estabilidad de sus notas largas. Detalles que no dejan pulir un trabajo nostálgico, poco imaginativo, pero completamente brillante en la naturalidad de la exquisita voz de Jones.