Detrás de Blood Orange se encuentra Dev Hynes, un creador de éxitos en la sombra, con una cartera de clientes en la que encontramos nombres como Sky Ferreira, Solange Knowles y Florence + the Machine. Vivir apartado de los focos tanto tiempo no parece ser su camino, pues regresa con su segundo álbum bajo su cítrico seudónimo, ‘Cupid Deluxe’ (Domino, 2013).
Aquí echa mano a todos los géneros posibles que habitaron en los ochentas del Brooklyn más clásico, el de loros al hombro y batallas de breakdance; clichés que se contagian en el álbum pero no por ello lo hacen menos disfrutables, si te gusta el estilo, claro. Pasamos del funk heredero de Barry White en ‘Uncle Ace’ al hip hop de ‘Clipped On’. Desde la cima hasta el underground, nada queda fuera de su vista.
La intensidad del álbum no recae tanto en la propia música como en su evocación. Bombos y bajos fuertes que le dotan de cierta cualidad grandilocuente, rodeado por voces susurrantes que campan por doquier y crean una atmósfera sugerente durante todo el álbum. Así escribe una línea que funciona, recoge frutos pasados y sabe actualizarlos, aunque no pretenda reinventarlos completamente.