Salir a la calle en esa ciudad en la que no para de llover, extender la mano y mirar hacia arriba y notar cada gota de agua en cada milímetro empapado de piel mientras el hedor sale de las alcantarillas. Imágenes eclécticas, sensaciones que chocan. Y entonces ves algo, escuchas algo, sientes algo y te eriza el vello. Burial ha regresado 11 meses después de su anterior EP, ‘Truant/Rough Sleeper’ (Hyperdub, 2013) para empujarnos hacia el dubpset deconstruido, los ritmos 2step y esas atmósferas nostálgicas que pasean entre lo más salvaje del asfalto y las ensoñaciones más fluidas.
‘Rival Dealer’ (Hyperdub, 2013), así es como se llama el nuevo trabajo de este tipo desconocido que responde al nombre de William Bevan. Tres son las experiencias sonoras que marcan este corto. Como siempre cada corte contiene una gran variedad de atmósferas, todas ellas inundadas por esa estética del vinilo que tanto le gusta a Burial. Coros insinuantes parados en una línea asexuada.
La primera canción, ‘Rival Dealer’, comienza con voces evocadoras, acelera el ritmo, se centra en una electrónica contundente y enérgica y finaliza en un melancólico susurro. ‘Hiders’, la pista más corta del álbum -de casi cinco minutos- es la más evocadora, la obra maestra de esta construcción de sonidos distópicos. Y el corto rompe con ‘Come Down to Us’, un cuarto de hora de extraños picos psicodélicos que finalizan con un conmovedor discurso de Lana Wachowski, extraño, como ella, como el tono constante de Burial.