ONE LITTLE
INDIAN[2012]
[7]
¿Qué pasó, Dan?
La primera vez que escuchamos la guitarra mugrienta de Lonely Hearts no pudimos más que cerrar los ojos para imaginarnos muy lejos de aquí, en otra tierra, en otra época. Allí donde nos quisiste llevar no había más que polvo, arena, y sangre; allí no había nada más que serpientes que bailaban sobre el funesto ritmo de los tambores y entre las voces de los muertos. Allí no había nada que tú no quisieses mostrarnos: por el blues y el polvo nos enamoramos de ti, y de tu primer disco “oficial”, Dan Sartain Vs The Serpientes. Luego llegó Join Dan Sartain donde los riffs te convirtieron en el hijo bastardo y suicida que siempre quisimos, y necesitamos, del rock&roll en este nuevo siglo.
Pero fueron las primeras demos las que te delataron: allí, en Alabama, trituraste toda la herencia que te legaron los más grandes, de Memphis a Connecticut, de Elvis a Bill Blagg, de Sun a RCA… y conseguiste acoplarlo a la explosión del 77: a los Stray Cats o a The Meteors. Daba igual, a ti no te importaba nada; aunque si algo tenías tú que no tuviesen los demás, que parecían copias de lo que nunca serian, era que había actitud, discurso, no había nada impuesto, falso, allí también estaban The Clash, Iggy Pop y los Ramones…
Ahora, en el 2012, llega tu nuevo disco, tu nueva creación: Too Tough to Live, que muy poco tiene que ver con tus dos primeros trabajos.
Todo es más rápido y directo: las guitarras ya no respiran, se abalanzan sobre ti mientras una voz filtrada, eterna, nos grita desde un lugar que no podemos ver. Dan Sartain ha decidido que es el momento de hacer algo diferente, nuevo, y con solo el minuto que dura el primer corte, Nam Vet, ha conseguido que nos demos cuenta.
El músico de Alabama sigue manteniendo el peinado, el traje y la guitarra que lo convirtieron en un personaje de otra época, pero ha comprendido que necesitamos algo más, que no estamos en un tiempo tan calmando como para dar vueltas. Su nuevo largo es una buena forma de decir que ahora hay que replantearse las cosas: de esto tratan temas como Now Now Now Now o I Wanna Join The Army, donde el frenetismo de las melodías nos devuelven directamente al punk más despiadado y enfurecido. Los zarpazos del Rocket to Russia, así como toda la primera etapa de los Ramones, sirven de base a un disco simple, pero natural y espontáneo, donde 13 canciones ni siquiera llegan a cumplir 20 minutos. Ni hace falta más.
Dan Sartain lleva al límite el concepto de que si queremos decir algo, mejor hacerlo rápido. Pero defiende esta idea siempre desde la perspectiva de un creador extraordinario que ha pasado ya por varias fases de estudio y comprensión hacia la música.
Too Tough To Live es un largo que contiene grandes canciones como Rona (donde es imposible no comparar con la banda Punk de Brooklyn o incluso con los primeros Clash) o Indian Massacre, más cerca de Richard Hell y su Blank Generation. Y es que los ingredientes de Sartain son muy básicos: se sustentan en la inmediatez de sus cortes, en la rapidez del momento, y se sirven de recursos ya utilizados millones de veces por todos los estandartes del Punk. Pero lo hace de una forma natural, real, y por ello sigue siendo original.
Too Tough to Live es la forma perfecta de mostrarnos la grandeza de un músico genial, que bien ha sabido disfrazarse de Johnny Cash o Iggy Pop guiándose por el momento y por las circunstancias; pero sin abandonar ese discurso crítico y abrasivo que lo hizo esencial. El único problema de este nuevo largo es que algunas canciones se nublan en nuestra mente y desaparecen. Será por el polvo, la arena y la sangre.
por Luis Fernández