Por quinto disco consecutivo, Deer Tick vuelve a encontrar la manera de sorprendernos. En ‘Negativity’ (Partisan Record, 2013) da una nueva vuelta de tuerca a su sonido, enfoca las composiciones hacia direcciones completamente distintas. No te llega a pillar por sorpresa porque su modus operandi es nómada, pero sus alianzas van desde el rock sureño de raíces hasta el swing y el blues, como podemos escuchar en ‘Trash’.
La profundidad de sus temas no deja asentar la mente en un estilo, siendo este siempre cambiante. No es difícil verle saltar del country de ‘In Hour Time’ al soft rock barroco de ‘The Dream’s In the Ditch’ y su fantástico solo de piano, para más tarde hacerte gastar hasta el último pañuelo con ‘Hey Doll’. La negatividad del álbum no es solo un título resultón y llamativo, es una representación fidedigna de la emoción del álbum. Los tempos pausados, aun cuando intensos, no dejan de contener sus propias lágrimas ni su dolor; la voz de John McCauley nos recuerda a un ajado Dylan que reúne su último grito contenido, aunque el líder de Deer Tick sí sepa entonar melodías, incluso cuando nos abstrae a los 90 de Cobain en la visceral y escandalosa ‘Pot of Gold’.
Bebe de fuentes clásicas sin tapujos, pero las transforma en un rock para crooners que suena actual, con los justo ingredientes para hacerlo completamente suyo, casi recién sacado del horno en su maravilloso pesimismo.