El futuro fue una mierda. Pensamos en aquella época que el año 2000 y sus siguientes estarían poblados por coches voladores, robots al servicio del humano, que habría superado el capitalismo y se encontraría entregado al disfrute y el pecado. Nada de eso. Contaba Buzz Aldrin para la revista Technology Review que, desde que pisó la Luna en el 69, la tecnología apenas ha avanzado. Han pasado 44 años y, en lugar de viajes a Marte, tenemos Facebook.
La música de EdredóN padece nostalgia de ese futuro. Como unos robots abandonados por Kraftwerk, el sonido de los madrileños parece vivir en algún almacén lleno de trastos que nunca se utilizarán. Su debut fue hace tres años. Quizá demasiado tiempo, pero es que las máquinas siempre se toman su tiempo para procesar. Entonces sonaban como una explosión de ideas que resultaban desencajadas, inconexas, complicadas de entender. Ahora lo han solucionado en su nuevo trabajo, ‘Yuri Triem‘ (Origami, 2013).
Con este segundo capítulo han conseguido acertar en cada paso. Desde la producción de Sam Willis de WALLS a la idea de grabarlo en directo o pasarlo por cinta analógica. Todo ello, junto a las nueve canciones que lo componen, forma un concepto de futuro vintage con el que EdredóN han encontrado un camino musical interesante. Desde el inicio kraut que propone ‘Caballero!’ a la maquinaria pesada que rebosa ‘Palmarés’, las canciones de los madrileños viajan rescatando parajes electrónicos en un disco al que le benefician las escuchas.