[dropcap type=»1″]Ll[/dropcap]egaron arriba, tocaron el cielo con la punta de los dedos y arrastraron junto a ellos todo un público vacío de nuevos bríos que rasgasen la rutina en la que se hunde una sociedad a la deriva. Lo lograron con ‘Toro’, aquel himno que aguardaba en ‘Diamantes’ (Mushroom Pillow, 2011) ansioso de ser escuchado para observar cómo el mundo comenzaba a bailar. Ahora, bajo cientos de miradas vigilantes, nace ‘Ballenas Muertas En San Sebastián’ (Mushroom Pillow, 2014). Apúntate a otra ronda con El Columpio Asesino.
No atisbarás ningún desvío en estas nueve canciones ni llegarás a confundirte. Ellos lo hacen sin rodeos, firmes y directos al abdomen. Desde el corte de ‘Intro’ podrás palpar la crudeza de un álbum que hará a tu cabeza volar mientras permaneces con los pies en el suelo. Entonces arranca ‘Babel’, con un sonido eléctrico que suena redundante y martilla tu interior hasta seducirte. Ahora formarás parte de cada estrofa en lo que resta de reunión.
El Columpio Asesino te hará sentarte enfrente y escuchar el reproche y la angustia de todas sus historias. Esta vez no es tiempo de bailar. Te deleitarás con bases electrónicas tenebrosas, dejarás que las voces de Álvaro Arizaleta y Cristina Martínez te acunen donde ellos elijan, buscarás eso que te mueva como lo hizo ‘Toro’ y no lo encontrarás, pero entonces llegará el momento de ‘La Lombriz De Tu Cuello’. Ahí es cuando te mirarás y probarás a ponerte en pie, caerás en la cuenta de que esta pócima ha hecho mella en tu equilibrio, te regocijarás en sus efectos y, entonces sí, no dudarás en sumarte a otra ronda.