ROCK ACTION
[2012][8]
Desde sus inicios en 2006, este cuarteto de Glasgow ha optado por publicar nuevo material cada dos años. No conocemos si está calculado o si simplemente las circunstancias se han desarrollado así, pero lo que sí sabemos con certeza es que ya disponemos de Have Some Faith In Magic, tercer trabajo de Errors.
En 2006 Simon, Stephen, Greg y James decidieron formalizar su condición de banda y lanzaron un efervescente EP llamado How Clean is Your Acid House, con el que se dieron a conocer. Este proyecto fue editado por Rock Action Records, sello discográfico propiedad de sus compatriotas Mogwai, que en esos tiempos ya se habían hecho un buen nombre dentro de la escena post-rock internacional. En 2008 y 2010 confirmaron que ese primer mini-álbum no quedaba en anécdota y su irrupción no era flor de un día. It’s Not Something But It Is Like Whatever y Come Down With Me fueron notablemente recibidos por crítica y público y les sirvieron para formar parte de las giras de Underworld y Mogwai, cómo no. Y no podía ser de otra manera, justo dos años más tarde, estos cuatro escoceses vuelven a la carga con un proyecto delicioso que baila entre la electrónica más regular y el rock instrumental.
Have Some Faith In Magic es un disco fuerte e intenso, no apto para impacientes. Cada una de la decena de temas de Errors se desgrana delicada y pausadamente, con una profundidad textual muy rica, aunque en ocasiones pueda parecer excesiva y sus canciones demasiado “cargadas”.
El inicial, Tusk, es un corte prudente pero presagiador de lo que vendrá después. Tras él, Magna Encarta y Blank Media son dos temas frescos que a pesar de rozar los seis minutos de duración no se hacen ni pesados ni repetitivos. El álbum toca techo en Pleasure Palaces (¡atención a su videoclip!), a nuestro parecer mejor pieza entre las diez, una perla ochentera que evoca a los LCD Soundsystem más inspirados o a los estadounidenses Kisses.
A lo largo de todo el trabajo se hacen evidentes las influencias de Mogwai. Sutiles, pero constantes. Sin embargo, Errors da un protagonismo a los sintetizadores inexistente en los primeros. Además, el de los primeros es un estilo más electrónico y menos épico que el de la banda encabezada por Stuart Braithwaite. Sea como fuere, la buena música no entiende de matices, y el de Errors es un discazo de los pies a la cabeza. Simon y compañía cruzan los dedos para que crítica y público sepan apreciar y valorar el trabajo y la dedicación de este proyecto que puede darles el empujón definitivo a la primera página de la electrónica del Viejo Continente.
por Sam Gutiérrez