La cantante-escritora Leslie Feist, cuyo nombre artístico es únicamente su apellido, vuelve al panorama actual musical con un nuevo disco, Metals. Lo más sorprendente es que lo logra de nuevo. No me refiero a su regreso, sino a la manera en que esta joven lo hace cada vez que publica: con un gran disco. Con su cuarto álbum de estudio la canadiense abre un poco más su repertorio y reafirma su posición como una de las grandes artistas de principios siglo XXI.
El disco no tiene ninguna canción pegadiza como 1234, que debe ese status en parte a que fue la melodía de un anuncio, de su anterior álbum The Reminder, publicado en el 2007. Pero no se la echa en falta; como canta en Bittersweet Melodies se trata de una serie de canciones que suenan like a sweet melody.
El segundo tema, Graveyard, consigue infundir en el oyente una mezcla de alegría y tristeza. Un tema duro plasmado de manera suave y acompañado por unos sonidos muy placenteros aunque sufridos. Ello se desarrolla hasta llegar al último minuto en el que logra que nos sobrepongamos y dejarnos con un sabor dulce.
No como el sabor agresivo que predomina en A Commotion debido a las notorias subidas y bajadas que te mantienen en tensión constante. Por su parte a Anti-Pioneer solo le falta un buen whisky entre las manos para apreciarla en su totalidad al degustarla. La canción es de lo más jazz en el disco gracias a la simplicidad de la guitarra, flanqueado del tempo del batería y su voz melancólica.
The Undiscovered First es como los buenos vinos que acompañan una buena comida. El primer momento es bueno, con la humildad de la guitarra, pero después llega lo mejor: disfrutar de su doble recorrido. Este momento se produce entrado el minuto de canción con una serie ordenada de sonidos resonantes.
A la hora de grabar este disco Feist ha contado con su gente y alguna ayuda: Chilly Gonzales y Mocky, polifacéticos con los instrumentos, el percusionista Dean Stone y el teclista de Beck, Brian LeBarton. Que siga así apoyándose en los suyos y conociendo y colaborando con otros grandes artistas. Le seguirá yendo muy bien.
POLYDOR [2011]
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Alejandro Erquicia