La innovación es necesaria, todo se desgasta y necesita ser renovado, reparado y aportado desde una perspectiva distinta. Con su tercer disco, Fuck Buttons continúa por ese sendero de catarsis electrónica, introduciendo ideas que los convierten en unos de los dúos de culto a tener en cuenta en una sobrecargada escena donde las bases fácilmente quedan estancadas.
No es sencillo, ‘Slow Focus’ (ATP Recordings, 2013) te pone a prueba y muchas veces fallarás. Su abrumador comienzo con ‘Brainfreeze’ no se si congelará o me hará explotar el cerebro, pero secuelas seguro que va a dejar. La ruidosa potencia industrial de temas como ‘Sentients’ no deja frío, podrá agobiarte o podrá enamorarte, pero dejará su huella indeleble. Igualmente, en la tradición electrónica, no siempre desarrollan las canciones, con comienzos interesantes, con ‘Year of the Dog’ como ejemplo más claro, que se desarrollan en un infinito crescendo que no termina de alcanzar su clímax.
Su exaltada emocionalidad siempre está presente, aunque a veces su punzante sonoridad se traicione a sí misma, prohibiéndose manifestar claramente sus virtudes, como le sucede a ‘The Red Wing’. Esto recae en una producción mal distribuida en ciertas partes con capas agolpadas que se ponen la zancadilla unas a otras; en otras ocasiones logra mantener un equilibrio deseable, como podemos ver en ‘Hidden Xs’. Así firman un álbum complicado, pero pocas cosas que merezcan la pena son sencillas.