Conocemos su faceta como actor, con grandes títulos como “Tron”, “El Gran Lebowski” o “True Grit”. De lo que no habíamos oído tanto hablar es de su vertiente musical, y con su segundo álbum, Jeff Bridges (2011), vemos como la parsimonia y tranquilidad de sus geniales actuaciones pueden no ser tan efectivas en el aspecto musical.
Es difícil etiquetar este álbum como country a secas, ya que bebe de distintos estilos y aporta un ingrediente especial de Bridges a la sobreutilizada fórmula del clásico country estadounidense. Su single “What a Little Bit of Love Can Do” es el tema más ameno del álbum, mientras que los demás se basan en ritmos muy pausados y un ambiente abiertamente oscuro y melancólico.
En algunos cortes del trabajo encontramos un lado más bluesero del disco, con “Falling Short” y “Tumbling Vine”, el country más clásico en “Blue Car” o “Everything But Love”, así como temas en los que el tempo crece moderadamente como su single o “Maybe I Missed the Point”, teniendo siempre en cuenta que la dinámica general del disco es muy lenta.
Aquí radica la belleza y el lastre del álbum. No es un disco para todo el mundo, y ni siquiera para todo momento. A pesar de ser un trabajo bueno, auténtico y muy personal, el ritmo del disco es idóneo para ciertas sensaciones y hay que encontrarlas para disfrutarlo enteramente. Algún tema con un ritmo más rápido podrá gustar a los más puristas del country, pues la voz de Bridges denota un deje muy adecuado para el estilo, aunque la clave y el corazón del disco están en temas radicalmente etéreos y ambientales en los que emisor y receptor han de estar en la misma página para disfrutarlo, si no es probable que a menos de la primera pasada estés dispuesto a tirar el disco a la basura, si no te has dormido antes.
Esto lo consigue a través de un simpleza única y pura que en este caso más que demostrar alguna falta de calidad, guía a través de un viaje sin prisas, pues al contrario que en otros muchos discos lo importante no es el destino o llegar rápido, si no el camino en sí. No se puede menospreciar este disco de primeras, ya que cuesta encontrarle su punto, pero como siempre confía en que la calidad y el talento acaban por aparecer. Eso sí, hay que elegir bien el momento
BLUE NOTE RECORDS [2011]
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J.Roa