[8.4]
Aunque por la madurez de su música cueste de creer, Jonathan Johansson nació en Mälmo (Suecia), hace tan sólo 31 años. El precoz artista escandinavo encadenó una serie de formaciones desde principios del 2000 en busca de un sonido satisfactorio y una superación constante, pero parece que trabajando por su cuenta es como mejor se siente. En 2005 lanzó su primer largo, titulado OK, Ge Mig Timmarna (en inglés vendría a ser “OK, Give Me Hours”), que pasó bastante desapercibido tanto en su país como en la escena continental.
Aún así, Johansson se reinventó y tres años más tarde, ya bajo el sello de Hybrid Records, publicó En Hand I Himelen (“A Hand in the Heavens”). Con este álbum le ocurrió todo lo contrario que con el anterior, y le mereció el reconocimiento en su Suecia natal (fue nominado al Grammy Sueco) y le abrió las puertas de Europa, de la mano de los medios más prestigiosos de la escena alternativa del Viejo Continente. Son especialmente recomendables cortes como Sent För Oss o Aldrig Ensam.
Y ahora, dos años más experimentado, Jonathan Johansson vuelve a la carga con Klagomuren (que significa “muro de las lamentaciones”), formado por 10 piezas en sueco de pop electrónico, frágiles, dulces. Si su obra anterior se caracterizó por la esencia muy marcada del sintetizador, en esta ocasión da más protagonismo al silencio y juega con nuevas fórmulas sonoras, en su mayoría más profundas y grises que hace un par de años.
Tras una incipiente introducción, Stockholm es un avance de lo que nos ofrecerá Johansson en su tercer largo. Su primer corte es intenso, creciente, aunque es su voz la encargada de llevar el peso del tema. Centrum es melancólica y emotiva y Redan glömda posee una base incansable que combina a las mil maravillas con la profundidad vocal del cantante de Mälmo.
Sorprendió particularmente Blommorna, primer single de este LP, trabajada, pegadiza y rompedora. En una primera escucha puede que sea la canción que más nos llame la atención. A continuación el sueco nos regala Under sjukhusen, la joya de este álbum. Personal, íntima, conmovedora. En cuatro minutos y medio el sueco lograr elevarnos para, desde bien arriba, dejarnos planear hasta el suelo. Un viaje.
Som om y Horoskop recuperan el ritmo meloso de los inicios del álbum, mientras que Ingenting stort y Min ljusaste röst cierran este Klagomuren de manera formidable con una textura de nuevo más electrónica cargada de una buena dosis de esperanza.
A lo largo de diez delicias de canción, Jonathan Johansson nos relata su historia. Una historia que, echando la vista atrás, considero de las más bonitas de este 2011. Klagomuren es una de las sorpresas de este año y una pieza que, aparte de ganar con el tiempo, destila un talento y una genialidad abrumadoras.
Excelente, me encanta la música de Jonathan, ¡Saludos desde México!