CITY SLANG
[2012]
[9]
Con un ritmo trepidante, dominado por unos golpes que asaltan a cualquiera y que son constantes durante la primera canción, es como empieza La Grande con el tema del disco homónimo. Así con sigilo y elegancia, y con mucha provocación, Laura Gibson nos invita a escuchar su breve último álbum. Ésta cantante se está trabajando de manera brillante su reputación, a través de su música por supuesto, y ahora viene con más argumentos. Llámenlo folk pero su discurso novedoso y original no la ata a su anterior trabajo, Beasts of Season, aclamada por la crítica el año de su publicación, en 2009. Por ello, a diferencia de otros artistas que cuando ven que no han fracasado repiten con la misma fórmula, Gibson se lanza a terrenos novedosos sin abandonar el camino que inició hace unos años.
El hecho de que la multi instrumentista Gibson se criara en un pequeño pueblo de Oregón, en el que la leña, y todo lo que le rodea, fuera lo más destacado con lo que entretenerse, puede ayudarnos a entender su música. La tranquilidad en ella, sin que una palabra sea mayor que la otra, ese tono bajo a la par que convincente es lo que demuestra su reserva de combustible. Tanto la leña, como su música, vienen de la naturaleza y se dirigen hacia y se emplean para la supervivencia. Con La Grande hay una clara referencia, a ver quién encuentra la imagen.
En octubre del año pasado Laura Gibson constataba, sobre el disco: “De todo corazón, creo que La Grande es el mejor trabajo que jamás he hecho“. Por mucha templanza que nos transmita, es obvio que le gustan las emociones y los retos… y al escuchar el disco esto queda más que plausible. Por ejemplo en Lion/Lamb cuando la artista transmite un mensaje entre murmullos para aventurarse, junto al oyente, en las distintas vías dentro de los distintos caminos.
Porque a lo largo del disco uno va asumiendo las distintas fases por las que atraviesa la relación a la que nos ha invitado y a la que, sin darnos cuenta, hemos accedido. Claro que se pasan por momentos duros, como en The Rushing Dark. Ya en el inicio del tema, uno se da cuenta de que algo no va bien, que algún peligro nos acecha. Puede ser, como parece, el paso de un paso de un grupo de caballos del más allá, esos coros o los pequeños latidos que se van acercando. Pero ella aporta la vela para esa oscuridad que palpita, que la persigue y nos persigue. De esa manera confirma que ese temor solo es distorsión.
Argumenta que en momentos de reto, de decisión e incertidumbre al final es uno mismo el que, la que en este caso, debe quedarse satisfecho. No importa cuál sea la primera decisión. Lo último es lo que cuenta. Siempre y mientras se haya aprendido la lección. Red Moon nos viene a decir eso, demostrable con un inicio que nada tiene que ver con el desenlace. Porque lo viejo lo hace nuevo de la manera más sencilla, porque en algún momento pasado alguien ha pasado por la misma situación.
En la elaboración la han acompañado, porque ayuda no es exactamente lo que necesita, distintos artistas que van desde Joey Burns de Calexico a miembros de The Dodos o de The Decemberists como Nate Query, Jenny Conlee.
Tener esa relación «personal» con Laura Gibson es un lujo al alcance de todos; ¿o unos pocos? Cada uno tendremos que medir hasta dónde llega. Mientras se disfrute y sea respetuosa puede que nos acompañe para siempre. Y para cerrar, una confesión: ya que no le pedí nada a los Reyes Magos… quiero que la señorita Gibson pase por España este 2012.
