- GRAMACIONES GRABOFÓNICAS
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- por Luis Fernández
El tercer disco de Los Punsetes salió a la venta el 21 de mayo, hace más de medio año, y ahora, posiblemente, esté en casi todas las listas de lo mejor del curso. Una pena, una Montaña es una Montaña no es un mal disco, pero quizá aparecer siempre en los primeros puestos refleje el completo absurdo en que se ha convertido la “industria” musical de nuestro país.
Cada día hay más lanzamientos, surgen más bandas, más sellos, más y más. Pero, entonces ¿qué coño pasa?, ¿por qué año tras año siempre salen los mismos nombres, las mismas canciones, el mismo sonido? Quizá sea demasiado cómodo escribir esto cuando ya está todo vendido, pero realmente deberíamos llegar a una conclusión de que algo está pasando: todo son buenas notas, buenas referencias; hay algo que tiene muy mala pinta aquí, estamos dejando de ser críticos para empezar a cegarnos, a perdernos, a caer en lo fácil. Ninguno de los mejores discos del año hace ni una sola referencia a lo mal que lo están pasando muchas personas este año, y ni siquiera sirven para evadirse de la situación. Hay una cantidad de grupos vacíos terrible, que serán olvidados en unos pocos años. No estamos ya para tonterías.
Pero bueno, no estamos aquí para caer en algo que solo será reconocido desde el futuro, sino para hablar de Los Punsetes, que con su nuevo disco se han colado en todas las listas de éxitos.
Una Montaña es una Montaña ha llegado en el momento idóneo, cuando parece que las grandes bandas independientes han aprendido a jugar en una liga que siempre había sido repudiada. Canciones fáciles, bien hechas, y con una producción muy accesible (por Pablo Díax-Reixa) que ha conseguido engrasar una máquina rítmica muy fuerte. El nuevo disco de Los Punsetes está hecho para todos, para compartir, para que le guste a tu vecina. Escuchen Alférez Provisional, está bien, ¿no? Un corte muy cuidado, con cada golpe en su sitio, llamémoslo pulcro (tanto como el videoclip al que da nombre). Ha sido incluso señalado como la mejor canción del disco…
Ahora bien, aún recuerdo hace varios años, en el 2009, cuando me llegó una copia grabada de su primer disco: aún tengo en la cabeza el giro armónico de Fin del Mundo (“ni se habla de los muertos…”) que me ponía los pelos de punta, y también Pinta de Tarao, que tenía uno de los estribillos más maravillosos que he escuchado en este idioma. Este largo tenía algo mágico, algo diferente, algo que solo se podía escuchar cada mucho tiempo. Los Punsetes (Gramaciones Grabofónicas, 2009) eran hipnóticos, te absorbían, las letras jamás llegabas a entenderlas, pero podías sentirlas: Maricas, Fin Del Mundo, Dos Policias, Pinta de Tarao e incluso Matadero… composiciones geniales, frescas, y que sabían respirar. Y ya, con el segundo Lp, LP2, llegó el salto: Tus Amigos se convirtió en un mito, y con ello también la propia banda.
Sin embargo, dos años después de todo esto, Una Montaña es Una Montaña se presenta como un disco sencillo, fácil, normal. No es para nada un mal álbum, pero pierde la magia de los primeros trabajos: quizá sea el excesivo uso de arreglos muy pesados, o el sonido de la caja, o directamente las canciones, que no consiguen llegarte dentro. Los Tecnócratas o Un Corte Limpio podrían haber sido geniales, pero no hay ningún respiro, ni un descanso, se ahogan entre las guitarras. Pero tampoco me hagan mucho caso, quizá sea yo que no veo en Alférez Provisional una de las canciones del año. Bueno, o sí, no me hagan escuchar el resto…
- Y a ti, ¿qué te parece Una Montaña es una Montaña?