‘Rewind the Film’ (Columbia, 2013) no siente vergüenza en hablar sobre reinvención, su título es un alegato de ese deseo que Manic Street Preachers revela en un álbum engañoso, donde lo acústico es tan duro como una roca.
Nos desviaron del camino cuando nos hicieron creer que no sabríamos de ellos durante un tiempo, para volver con la noticia de dos álbumes bajo el brazo, el que nos ocupa y su secuela, ‘Futurology’ (Columbia, 2014). En su primera entrega las guitarras eléctricas desaparecen para dejar paso a los pianos, las guitarras acústicas, la percusión y los conjuntos de cuerda. Esto no significa que sea un trabajo de suavidad y pausa, la intensidad que brota de su prejuzgada delicadeza es de las que te tira de espaldas. Rompen moldes propios y ajenos con estructuras repletas de matices, de intrincadas estructuras que capa a capa conforman un conjunto robusto y sin fisuras.
Las colaboraciones de Richard Hawley en ‘Rewind the Film’, Lucy Rose en ‘This Sullen Welsh Heart’ y Cate Le Bon en ‘4 Lonely Roads’ dan aún más empaque al conjunto, además de una variedad de texturas que se adapta a las virtudes de cada uno. Ciertamente es un disco melancólico, donde las ingeniosas aplicaciones de lo acústico exudan dolor y anhelo nota a nota. Pero esta no es una dinámica inamovible, apareciendo rayos de sol en ‘Show Me the Wonder’ con regusto noventero que, de todos modos, se vuelven a ver contrapuestos por la sobriedad de ‘Running Out of Fantasy’ o ‘30-Year War’; no se creen que aún sigan aquí y todo desemboca en estas dudas.
Al fin y al cabo, como ellos dicen, esto no es el fin de una banda, sino el comienzo de otra era, y ninguna época acaba sin la incertidumbre del cierre anterior.