Existen pocos que personifiquen la idea de “culto” tan acertadamente como Mark Lanegan. El hombre de la voz de mil cigarrillos bañados en whiskey nos tiene acostumbrados a su callada personalidad, su rasgada voz blasfemamente emocional y la piel del desierto cubriendo las áridas venas de su música. Ahora olvidad todo lo que pensabais de él y abrid la mente para ‘Imitations’ (Heavenly Recordings/Vagrant, 2013).
El álbum de versiones es tanto un regalo para sí mismo como para aquellos que disfrutamos en un pastiche detectivesco de unir a los artistas con sus influencias primigenias. El conjunto de canciones abarca desde el country de Vern Gosdin hasta las baladas de Nancy Sinatra. Repasa cada tema de su niñez, los que le han llevado desde el blues, a través del grunge y hasta el rock alternativo, de la mano de ‘Lonely Street’, el clásico alemán ‘Mack the Knife’ (‘Die Moritat von Mackie Messer’ originalmente), incluso atreviéndose con el francés en ‘Elégie Funèbre’ en una de las adaptaciones más personales y remarcables.
Con el single ‘I’m Not the Loving Kind’ alcanza un punto álgido de enormes proporciones, una grandeza disimulada entre los conjuntos de cuerda, y significa el momento en el que, si hasta entonces te chocaba escuchar a Lanegan en esta tesitura, todo comenzará a sonar natural y podrás admirar el enorme trabajo de un artista que ya nos había conquistado durante largas décadas y, ahora, demuestra que crooner no es una palabra imposible para él.