Miles Kane siempre fue “el otro”. La sombra de Alex Turner -el tipo que todo lo que toca lo convierte en la mejor de las melodias- tras The Last Shadow Puppets y el del grupo menor, The Rascals, que acompañaba a los triunfadores Arctic Monkeys. Kane terminó con su grupo y decidió saltar al vacío con Colour of the trap, todo un acierto.
Con este disco, acompañado por la herencia del grupo que comparte con Turner que se deja notar en cada palmo del disco y arreglos sacados de los mejores discos de los sesenta, ha conseguido traer un LP de 12 cortes tremendamente adictivos, elegantes y acompañados por esas guitarras que suenan a los inicios de la música pop, como los que se enseñan en Rearrage, todo un lujo de canción. El toque maestro se da con los acertados coros femeninos durante gran parte del disco que destacan en la alegre Quicksand o en Happenstance.
La elegancia tanto del disco -canciones como Take the night from me tienen una gran clase- como el estilismo de Kane le hace parecer la nueva esperanza mod, el discípulo aventajado del oxigenado Paul Weller. Ninguna de las canciones desmerece a este disco, que podría meterse en una colección de oldies, como si Kane supiese que esta era su oportunidad para tener un nombre del mismo tamaño que Turner y decidió poner todas las fichas sobre el tapete. Aún le queda mucho pero, sin duda, este es el primer paso acertado para recorrer la senda de los grandes de la música en Inglaterra.
SONY MUSIC [2011]
[8]
J.Castellanos