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WARNER MUSIC
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4.5
Mantener la esencia en la vida es lo mejor que hay. Es el equivalente a ser fiel a uno mismo y a su entorno, sin variar un ápice de la parte más primitiva y básica del ser humano pero sin miedo a evolucionar. Quienes sean capaces de compaginar todos estos componentes, de meterlos en una coctelera para conseguir sabores nuevos utilizando mezclas antiguas llegarán francamente lejos en la vida… Y créanme que es difícil y que muchos se pierden por el camino.
Pero este no es el caso de Miss Caffeina. El grupo nos presenta su segundo LP, De Polvo y Flores con la esperanza de seguir ascendiendo en esas escaleras automáticas destino a su superación personal. Y para algunos lo tienen difícil, puesto que el listón era más que alto para sus fans, y muy fácil para otros que los consideran unos blandos. ¿Qué nos deparará el futuro? Ver veremos.
Cuando uno pone el disco por primera vez, la verdad es que la primera impresión no es buena. La canción debut del mismo, Tormento, hace honor a su nombre. Apta para adictos a los narcóticos somnolientos. La voz de Alberto Jiménez te taladra el oído mientras piensas“¡¿a qué viene esto?!”… Por Dios, que no se repita y…
… De repente, todo vuelve a su cauce. Disfraces vuelve a mostrarnos al grupo al que estamos acostumbrados, pero mucho más adaptado a la música “de venta masiva”. Las hormiguitas vuelven a aparecer en mi estómago, mientras pienso “tranquilo Carlinos, el primer tema era una broma”. Espero que realmente así lo fuera, porque me había quedado muy preocupado. El mismo espíritu de canción digna, nada más, Luciérnaga, repitiendo el guión MM.
Sin embargo, en múltiples ocasiones el disco se vuelve ciertamente insípido como la CocaCola Light para lo que estos grandes músicos nos pueden dar. Gigantes y Hielo T son temas excesivamente “Pop”. Superhéroe es otro ejemplo claro de que el potencial estaba excesivamente contenido.
Así pues, ¿ante qué nos encontramos? Pues ante un álbum hecho para vender. Quiero pensar que aún tienen un gran margen de maniobra, y más dadas las expectativas que se tienen puestas en ellos por muchos amantes de su música que se llevarán, probablemente, una gran desilusión tan grande como la de Bush Jr. al no encontrar bombas en Afganistan. El rumbo ya está marcado, pero aún el avión pasa por una zona de turbulencias que tienen que salvar.