“Sun dark on darker streets, it’s violent times for weary feet… Forget me, I wash myself in your grey river light”, dice la canción London, de su álbum Lycanthropy. En estos versos se ha inspirado Patrick Wolf para titular su nuevo disco, una selección de temas antiguos que conmemoran sus ya 10 años de carrera. Editado por su propio sello discográfico, Bloody Chamber Music, representa la enésima licencia de uno de los músicos con más personalidad del pop-folk británico actual.
Nunca me han llamado mucho la atención los recopilatorios. Sigo a Patrick Wolf des de su debut, ese sorprendente y pintoresco The Magic Position, y por lo tanto pocas expectativas tenía puestas en un Sundark and Riverlight que a priori no ofrecía nada especialmente nuevo. Sin embargo, el compositor británico ha rebuscado entre su discografía para dar a luz a un doble álbum espléndido. La selección y el gusto de este trabajo es capaz hacer imperceptible el paso del tiempo en la música de Wolf. Melodías de la última década que se dan la mano en este personal homenaje.
Tiene mérito que Wolf se haya atrevido a dar un nuevo registro a piezas del carácter de, por citar uno de sus hits, Overture, convirtiéndola ahora en una dulce canción de violín. En la mayoría de cortes ha rebajado el nivel instrumental a lo justo y necesario, consiguiendo unas versiones acústicas sorprendentemente efectivas. Destacan por encima del resto The Libertine (más étnica y punzante que nunca), Wind in the Wires y Bermondsey Street. Las dos primeras forman parte del primer disco, Sundark, formado por 8 de sus piezas más oscuras. El propio Wolf declaró que todas ellas fueron escritas en momentos de soledad y depresión. Todo al contrario que la segunda entrega de éste, Riverlight, mucho más alegre y repleto de odas a la luz y la esperanza.
Este Sundark and Riverlight muestra la música de Wolf mucho más llana y parecida de lo que realmente es. No obstante, es destacable la calidad y el gusto de este ejercicio, que demuestra por enésima vez el talento innato y el desparpajo de un artista que tiene cuerda y imaginación para décadas.