- RAF RECORDS
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6,8
- por Verónica Chamorro
Muchas personas caminan por la vida sin saber que son unos virtuosos en algunas áreas de su vida. Sin embargo, todas las personas tienen alguna habilidad especial en su interior, un talento que deben descubrir, practicar y explotar.
Algunas personas, además de poseer un talento que perfeccionan con el paso del tiempo, también poseen un don natural con el que consiguen que su talento llegue a un nivel superior. Algo similar es lo que le pasa a la joven canadiense Rachel Zeffira, la cual es soprano y multiinstrumentalista, quien llega ahora con su debut en solitario llamado The Deserters.
Rachel Zeffira formó un dúo con el vocalista de la banda de The Horrors llamado Cat´s Eyes, con el que en la primavera del 2011 sacó un disco con el mismo nombre, explorando nuevos mercados y dándose así a conocer. Tras ese éxito llega este invierno con un trabajo en solitario debajo del brazo el cual está formado por diez canciones de carácter personal e intimista con el cual irá abriendo apetitos musicales.
En este trabajo se nota mucho su técnica y orígenes musicales, ya que consigue generar una atmósfera envolvente como si nos encontráramos en una gran anfiteatro con una orquesta delante. Su música, como la canción The Deserters consigue llenar la cabeza de imágenes fílmicas, ya que empieza con un piano tocado en notas graves que dan dramatismo a la melodía y junto al violín consiguen llenarla de melancolía. En esta línea suave se mueven varios de sus temas como la dulce Front Door con la que podría arrullar a cualquiera hacia un dulce sueño o la Letters From Tokio (Sayonara) en la que juega con su voz y la instrumentación dando a esta última un matiz más tétrico y siniestro.
Pero no todo es calma y sosiego en este disco, pues hay un par de temas que destacan entre la multitud como, Here on in, la colaboración de los miembros de la banda Toy en el que se nota mucho su influencia rítmica. El otro tema a destacar es el cover de My Bloody Valentine que ha sabido sumergir en su estilo de corte más operístico, destacando más su voz. En Break the spell demuestra que ha sabido integrar muy bien su estilo más clásico con un pop más actual. Esta canción supone un punto de inflexión del disco ya que rompe el ambiente creado hasta el momento. En esa canción sus dedos revolotean por las teclas del piano, al igual que le pasa en el corte Sylver Citys Days en los que crea chispeantes cortinillas musicales que aumentan la alegría y frescura de estos curiosos tema.
Se cierra este trabajo con Goodbye Divine una melodía que parece recordarnos a esas canciones sacramentales que suenan en las iglesias antiguas antes de dar paso a un servicio dominical. Desde luego hay un órgano que se levanta señorial inundando toda la canción.
Rachel Zeffira ha compartido con nosotros este su último trabajo de carácter más personal, cargado de matices que nos recuerdan dónde se inició musicalmente, pero en el que se ha visto que ha querido probar cosas nuevas aunque sea de manera tímida. Pero aún hay tiempo para seguir probando y descubriendo todas sus posibilidades.
- Y a ti, ¿qué te parece el disco en solitario de Rachel Zeffira?