El movimiento de bandas (o más concretamente, el de sus integrantes) de la escena Indie española es frenético. Siempre se habla de la hiperactividad de Jack White y demás magnates de la música, pero por estas tierras tampoco andamos cortos de energías ni de proyectos. Este es el caso de los madrileños Rusos Blancos, cuya primera formación desapareció en 2008 para dar paso a la actual, que cuenta con miembros y exmiembros de Nixon, La Costa Brava, Cosmen Adelaida y se completa con Javi, integrante de Templeton que además cuenta con un proyecto en solitario, Betacam. Después de publicar en 2010 la maqueta Beso, verdad o atrevimiento y de unos minutos de gloria en la serie Física o química el pasado mes de mayo, por fin ha llegado a las tiendas su primer largo de la mano de Ernie records, recientemente presentado en la sala Costello de Madrid (y próximamente estarán en el festival Monkey Week del Puerto de Santa María, en Cádiz y de nuevo en la capital española, en FNAC). Sí a todo es un viaje de vuelta a la adolescencia, entre flirteos de discoteca y series de televisión mezcladas con letras desenfadadas, un gran sentido del humor, pegadizos coros, arreglos sencillos pero efectivos y sonidos que van desde la electrónica al pop pasando por el folk, que lo convierten en un cóctel tan apetecible como un Ruso blanco después de comer, nunca mejor dicho.
El espíritu costumbrista de la composición es evidente desde el primer corte, Hombre enamorado, deprimido ante la crisis hipotecaria. Los madrileños recuperan experiencias vividas y situaciones por las que hemos podido pasar todos. En Primera vez, se explica con mucha gracia ese momento crucial en el cual uno decide “saltarse el guión” y decir esas palabras que nunca sabes qué reacción van a causar en la otra persona: “te quiero”. Acompañados de trompetas y la línea de ukelele, el mal trago se hace m a todo, sin pudor, lancos dicen S e unas risas en el cual uno decide e hemos podido pasar todos. En otras la ironás llevadero. Otro punto crucial del disco es Tus padres, tu novio, tú y yo, con un casi desesperado “Por favor, no te cases con él”. Desde luego, hay que imaginarse la escena, aunque posiblemente alguien la haya vivido en carne propia. Y aunque la temática y las situaciones narradas tienen mayor tendencia a deprimir que otra cosa, las melodías y la voz un tanto triste de Manu, el cantante, revelan el optimismo y la ironía que se esconden detrás y al final no puedes evitar echarte unas risas, con grandes ejemplos como Carrera de lesbianas o (Todo esto es tan) Teenager.
Sin embargo, la pista más destacada, gracias al cual el público mayoritario de la desaparecida serie Física y química, (que seguramente nunca habría conocido a Rusos Blancos por otro canal) es Supermodelo con su gran frase: “¡Nosotras no llevamos chándal!”. Pero dejando los himnos de lado, aquí, una vez más, no pueden ser más fieles a la realidad cuando cantan “esas chicas indies que bailan sin mover los pies”. ¿O no es así como bailan las modernas en los Nastis y Ochoymedios, con un eterno gesto de indiferencia, pura pose? De vuelta a Física y química, la relación del grupo con esta serie no queda ahí; dentro del listado de canciones encontramos Gorka o Cabano, el gran dilema como elegir entre carne o pescado.
Como el propio título indica, Rusos Blancos dicen Sí a todo, sin pudor. Sí a tomarse las cosas, por muy mala pinta que tengan, con buen humor, a mezclar realidad y ficción, y, por qué no decirlo, a sentirnos como unos teenagers. Y con sus 13 animadas canciones, nos invitan a hacer lo mismo.
ERNIE RECORDS [2011]
[6.8]
Beatriz H. Viloria