[dropcap type=»1″]D[/dropcap]espacito y con buena letra. Así es como se cultiva la elegancia, la sensibilidad y la belleza del resultado que todo ello da. Permitiéndose arriesgar, degustando, jugando al descarte, deleitándose de nuevo y puliendo cada composición hasta hacer de cada detalle un imprescindible. Es como ha trabajado S. Carey en este nuevo álbum en solitario, donde parece despegar por fin sus alas para partir del cobijo de Justin Vernon.
‘Right of Light’ (Jagjaguwar, 2014) esconde a un músico maduro, que camina firme sobre la vereda que él mismo ha ido asfaltando con esfuerzo. Hay hueco para sus raíces como percusionista de Bon Iver y lo hay también para el experimento en nuevos campos que seducen al oído. Hay folk y hay una delicada electrónica. Hay pianos, violines y, por supuesto, una rica percusión. Hay atrevimiento y hay cuidado. Hay delicadeza y pasión.
El álbum arranca con ‘Glass/Film’ y tu corazón lo hace al mismo ritmo con los latidos que se figuran en su inicio. Entonces Carey abraza tu cuerpo como si fueses a caer desplomado y comienza a mecerte, de la suavidad del susurro a la intensidad de un viento que huele a jazz cuando llega el final. Y así durante ocho cortes más, mimando cada uno de ellos para acabar presentándolos como en bandeja de plata.
[quote_box_center]Jagjaguwar | 2014[/quote_box_center]