[dropcap type=»1″]U[/dropcap]n hombre ciego que empuja una piedra gigante montaña arriba hasta la cima para después dejarla caer rodando. Volverla a recoger y repetir la acción indefinidamente. Ese es Sísifo y ese es su castigo por enfadar a los dioses de la mitología griega. Un cuento que a Camus le sirvió para hablar de lo absurdo de una existencia que lleva irrevocablemente al suicido. Sisyphus se suicidó con ese álbum llamado ‘Greetings From Burkittsville’ (Browser, 2000) pero han regresado con algo más de luz, con una paleta sonora llena de matices y con un trabajo bastante más alentador, se titula simplemente ‘Sisyphus‘ (Asthmatic Kitty, 2014)
Ya no se trata de jugar a ser la banda sonora de nada, la idea es emocionar con eficacia.
Es un ejercicio evocador y sugerente con canciones ligeras como ‘Rhythm of Devotion’ .
‘Alcohol’ es el cierre perfecto para un disco con claroscuros, igual que esa canción repetitiva pero terriblemente contagiosa.
Ya no se trata de jugar a ser la banda sonora de nada, la idea es emocionar con eficacia.
Es un ejercicio evocador y sugerente con canciones ligeras como ‘Rhythm of Devotion’ .
‘Alcohol’ es el cierre perfecto para un disco con claroscuros, igual que esa canción repetitiva pero terriblemente contagiosa.
La integración musical de las tres cabezas pensantes de Sisyphus a veces arrastra el disco a lugares ininteligibles.
Las letras de Serengeti vuelven a replegarse en lugares comunes, ‘Booty Call’ es un buen ejemplo.
Las firmas que hay detrás de cada canción guardan talento pero aún viven limitados en un universo de sonidos que tarda en expandirse
La integración musical de las tres cabezas pensantes de Sisyphus a veces arrastra el disco a lugares ininteligibles.
Las letras de Serengeti vuelven a replegarse en lugares comunes, ‘Booty Call’ es un buen ejemplo.
Las firmas que hay detrás de cada canción guardan talento pero aún viven limitados en un universo de sonidos que tarda en expandirse