- FICTION
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5,8
- por Pedro Moral
A todos nos gustan los ritmos pegadizos y a todos los músicos les gustaría crear 12 himnos por álbum. Pero no todas las canciones que se te meten en la cabeza son grandes canciones. De hecho, yo silbo de vez en cuando la sintonía de algún spot rancio e incluso conozco a tipos que en época de elecciones se les ha escapado de entre los labios la melodía del PP. Tampoco los músicos consiguen himnos todos los días que se encierran en el estudio, y no es por falta de ambición, es por ausencia de talento. A Spector, por ejemplo, les sobra una cantidad considerable de ambición y necesitan llenarse urgentemente sus cabezas de eso llamado creatividad. Su debut Enjoy It While It Lasts es un producto regular lleno de pretensión mal gestionada. Hay talento, la pregunta es: ¿dónde se lo han dejado?
El título del disco parece una clara evidencia de lo que significa el álbum en sí mismo. Enjoy It While It Lasts (Disfrútalo mientras dure), es decir, escúchalo, empápate de sus coros pegadizos de sus riffs mil veces oídos y su electropop cansado, canta, baila y diviértete porque eso no durará, en seguida se quemará en tus oídos y a otra cosa. No pongo ninguna objeción a este tipo de producciones, ya sean dentro del ámbito musical, cinematográfico o literario. He escuchado Coldplay y me han encantado durante un ratito de mi vida, también he disfrutado viendo las películas de Harry Potter e incluso me llegué a leer Los pilares de la Tierra. Pero nada de eso perdura ya y así debe ser. El problema con Spector es que ellos podrían (o eso deduzco) ofrecer mucho más.
Fred MacPherson, el tipo que está en frente de este quinteto, ha declarado en múltiples ocasiones estar enamorado del indie que se fabricaba en los primeros años de este siglo. MacPherson es un apasionado de los Strokes -¿Quién no?- o de The Hives. Y se nota demasiado en las cuerdas rasgadas, el garage o los coros grandilocuentes. Estas influencias son las mismas que The Vaccines pero sin embargo éstos suenan más frescos, más originales, más vivos y sobre todo perduran mucho más en el ipod de turno. La voz de Fred es uno de los motivos por los que Spector no termina de convencer, es anodina, átona, vulgar… olvidable. Pero como ya he dicho estos tipos de Londres deberían poder ofrecer mucho más. Me baso en cuatro cortes.
Chevi Thunder es una canción de consumo rápido cómo casi todas las del disco pero aquí las cuerdas de la guitarra suenan con gracia. La melodía marca un camino con distintos tempos pero en todos ellos tu cabeza no parará de moverse. Twenty Nothing es otra de las pistas salvables, en ella MacPherson celebra la juventud y al mismo tiempo escupe una retahíla de versos sobre el fracaso. Por un momento la voz de Fred toma el mando mientras el estribillo se te pega al cerebro. Las escuchas de Is This It son más que evidentes en este corte. En la segunda parte del disco encontramos What you Wanted, la electrónica tiene un poco de protagonismo y esa guitarra colgada de un sintetizador a mitad del corte resplandece. La última fruta no podrida del árbol es Celestine, todo lo demás es prescindible. La nadería sobrevuela este debut exaltado por según que medios y despreciado por según qué otros. En cierto modo estamos ante un disco disfrutable y por ello merece ser catado, pero no busquen muy a fondo, no hay complejidad, ni originalidad, ni arte.
- Y a ti, ¿qué te parece el disco de Spector?