Podríamos decir que el tercer álbum de St Vincent, el proyecto de la precoz Annie Clarck, es un disco fascinante, maravilloso, que desborda con una creatividad implícita en cada uno de sus 11 cortes: un compendio de sonidos inmutables, desnaturalizados y que se entrelazan en complejas armonías para mostrarnos el grandísimo talento de la creadora, que una vez fue músico de estudio de Sufjan Stevens. O no; también podríamos decir todo lo contrario, y que este disco no vale nada.
Cuando en Chloe In The Afternoon comienzan a incorporarse las diferentes piezas que darán forma al primer corte del disco empezamos a entender a qué nos vamos a enfrentar: un ritmo sincopado bajo una tétrica melodía que se acentúa a lo largo de la canción, en la que la delicada voz de Annie narra con una acertada pasión la historia de una prostituta llamada Chloe. Todo un repertorio de arreglos, ritmos frenéticos y una atmósfera asfixiante que sirve de homenaje a The Age Of Adz, de su mentor.
Sin embargo, y antes de continuar, debemos “interpretar” a Annie Clarck para poder desgranar su disco: cuando hablamos de ella, hablamos de una personalidad sorprendente, diferente: esta chica terminó sus estudios en la Berklee College of Music con un sobresaliente expediente, algo que la determinó a la hora de realizar sus complejas composiciones. Y es que St Vincent ha recorrido un largo camino desde que en el 2007 se lanzara Marry Me, un largo muy interesante en el que apreciamos el gusto de Annie por la música de la Velvet, el renovado análisis de la electrónica alemana de los 60 y la escena más cercana a su compositora: Grizzly Bear, Sufjan Stevens y Dirty Projectors. Sin embargo, en este duro derrotero marcado por muchísimas horas experimentando en el local de ensayo, Annie ha creado un objeto (Strange Mercy) desfigurado, extraño: su tercer disco traspasa las fronteras de la música para adentrarse en un mundo que podríamos señalar como estético; tan bello y pensado que resulta aburrido, engorroso. No sabrás a lo que te enfrentas hasta que no lo has escuchado varias veces.
Así descubrimos el single Cruel, un tema con tintes Pop que se refugia en los sonidos más recientes de su generación (Wild Beasts y Dirty Projectors) pero con una característica que lo hace de lo más atractivo del disco: consigue introducir un interludio que nos recuerda a aquellas bandas sonoras de los musicales de los 60. Una influencia más que se hará patente en el resto del álbum.
A continuación encontramos Cheerleader y Surgeon, que pese a su búsqueda por encontrar una atmósfera propia (muy semejante a la intención de Joan As Police Woman) y recuperando sus influencias “Krautrock” y Post-Punk (PIL) siguen sin llegar a resolver de forma contundente (pero decir que Surgeon se convierte en una gran canción gracias a sus recursos expresivos, y su magnifica utilización).
Northen Lights sí: posiblemente sea la canción menos compleja del disco: un bajo muy melódico que camina perfectamente sobre una batería bien articulada (y muy sencilla) que consigue aumentar de intensidad hasta alcanzar el climax. El corte más redondo del disco, sin arreglos, sin atmósferas, sin etc ´s de más. Un soplo de aire. Gracias.
Y volvemos: las letras de Strange Mercy y Neutered Fruit están cuidadas, pero no encontramos ningún elemento revelador, absorbente; si se buscaba el trance (ese indescriptible elemento que tienen los grandes y que nos hace vivir las canciones) no se consigue… Y señalar que Year of The Tiger es un gran final, una buena canción (en nuestra opinión): el bombo tronando sobre la lluvia de guitarras mientras el coro acompaña a la voz de forma majestuosa para llegar a un estribillo tranquilo, simple (a partir de los arreglos de viento) pero con mucha fuerza.
Por último decir que pese a la gran riqueza de elementos de Strange Mercy, y de la innegable capacidad de Annie como músico, nosotros no encontramos ese último estadio que todos los compositores buscan. Y es que hace falta mucho más (o mucho menos) para que una canción nos emocione de verdad. Sin embargo esta chica es muy joven, y por lo que hemos podido observar en el disco, sabe de lo que habla; escuchen algunas de sus referencias, en concreto les aconsejo estas: Dream Baby Dream de Suicide, Ahead (II) de The Wire y Crazy de Neu! Entenderán de qué hablo.
4AD [2011]
[6.5]
Luís Fernández