- DEAD SURFER/ROUGH TRADE
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- por Carlos Argüelles
Los sueños no existen en un estado físico, pero sin embargo puedes llegar a crearlos y hacer que se conviertan en realidad. Según un diccionario online que siempre consulto, su definición podría ser un “proyecto, deseo o esperanza sin probabilidad de cumplirse”. Mi pregunta es, ¿y por qué no se pueden cumplir? Yo soy un ferviente defensor de que hay que perseguirlos hasta poder sentir su olor, y con una red de marinero tratar de capturarlo y arrastrarlo hacia la orilla…
No debo de ser el único que piensa así sobre ellos. La manera de capturarlos de cada uno dependerá de la persona o colectivo, pero de todos modos mucha gente sigue tratando de encontrarlos y cumplirlos. En el caso inglés, y siguiendo la senda de otros compatriotas suyos, otros grupos tratan de pescar en su particular Lago de las Fantasías. Este es el caso de The Cads, un particular cuarteto de Ipswich que presenta su nuevo álbum Lessons: Illustrated sabiendo que es un buen trabajo.
Para empezar, es un discazo. Sencillo pero maduro, animado pero aposentado, divertido pero serio. Es de esos que no sólo merece la pena escuchar por ameno, si no también por trabajado. Se trata de una mezcla de grupos del estilo Foals con otros tipo Two Door Cinema Club… Y da la casualidad que ambos me encantan y me excitan como los estupefacientes a Pete Doherty.
Además, este sueño etéreo convertido en música es fiel a su predecesor inmediato, el EP Spark Up In Style. Su línea musical apenas ha cambiado, es más, ha evolucionado para mejor. Canciones como Arbiter o New Seed así lo demuestran. O Crayola, canción sensiblemente más tranquila que otras del LP. ¿Sigo con las del resto del disco? Porque todas destacan por algún motivo tan extraño como los vampiros de Crepúsculo que comen animales en lugar de humanos…
En fin, qué bueno es este álbum. Por cada nota, cada melodía, cada instrumento o cada puñetero sonido del mismo me acerco más a mis miedos, a mis dudas y a mi felicidad. Y más aún a mis sueños. Tiene “bemoles” que, The Cads, cumpliendo el suyo me ayuden a encontrar el mío propio. Y ya se cuál es. Que me arranque las cuerdas vocales Jimmy Page para ponerlas en una guitarra y tocar con ellas.
Dios salve a la buena música.