- WICHITA RECORDINGS
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6,5
- por Carlos Argüelles
Hay bandas que tienen claras referencias o estilos marcados, cosa de las que te das cuenta nada más comenzar un disco. De esas que dices “uhm, me suena a…”, pero tienen que encontrar un sonido propio. Algunas van cayendo por su propio peso, incapaces de alcanzar el nivel de sus ídolos, mientras que otras crecen pacientemente al albor de los mismos. Como dice el sabio de mi viejo, la “paciencia es una virtud” y, mientras algunos la pierden demasiado rápido, otros la poseen y la saben gestionar. Ojalá fuese una máxima hoy en día, pero no es así…
Sin duda, The Cribs es una banda nacida en la órbita del inicio del indie de los noventa. Como si de una fina lluvia se tratara, calaron sus huesos con grupos como The Libertines, impregnándose de su esencia cautivadora mientras buscaban su leitmotiv personal. Y lo han conseguido plenamente. Tras años de 3 de encierro, desavenencias entre los miembros y la separación de Johnny Marr (ex de The Smiths) de la banda, los hermanos Jarman nos presentan In The Belly Of The Brazen Bull, un álbum con sonidos post punk revival e influencias muy marcadas.
Si bien es un disco algo falto de carisma, algunas canciones son de las que te incitan bailar como un loco, o romper cosas. O llorar. O reír. Destaca Come On, Be A No-One, con una letra que parece compuesta durante un chute de heroína “de la cara” como la que se metía Travolta en Pulp Fiction. Vamos, que no entiendes de qué coño te está hablando. Tampoco está mal I Should Have Helped, que parece haber salido de un disco de sus amigos Death Cab for Cutie, a los que acompañaron en numerosas giras. Caso aparte es también Jadded Youth, canción jóvenes hastiados, por su letra provocadora y transgresora. No es tan políticamente marcada como Dirt de WU LYF, pero seguro que si es un joven de mentalidad liberal le encantará. ¡Fuck Yeah!
Aún así, al disco le falta algo, quizás una nota, un acorde, algo que sea propio y les haga ser diferente. Creo que la palabra que busco es carisma. El álbum es bueno, hay que reconocerlo, pero si fueran más genuinos podría ser mucho más trascendental. Es música de calidad, de eso no hay duda, pero no supera las expectativas en ningún momento y deja una sensación de vacío en el estómago, como de que hay algo que no está en el lugar que le corresponde.
Si estás buscando un disco que sencillamente tenga un estilo lineal, te equivocas de LP: escucha algo de Juan Magan y encontrarás tu género. Si deseas algo bueno, aunque quizás algo falto de chispa, éste es tu álbum. Si deseas una obra maestra, habrá que seguir acudiendo a los consagrados, porque The Cribs aún están en paños menores…