- TSUNAMI MUSIC
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7,5
- por Carlos Argüelles
Hay grupos que, tratando de seguir estrellas, se convierten en ellas. Las ven, las persiguen y ven su reflejo en las ventanillas de su nave espacial. Casi las pueden oler, sienten su calor y se impregnan de él. Este tipo de bandas, tan extrañas hoy en día, tratan de seguir ascendiendo en su particular autopista hacia ese cielo poblado de astros, aferrándose a ella para no coger una desviación que les haga perderse.
The Last Dandies es uno de esos casos. Son de esas bandas inconformistas que siguen su camino, pasito a pasito y siempre en firme, tratando de no caerse del tren de la industria musical. Estos músicos mallorquines, con influencias desde The Strokes o Arctic Monkeys a la música psicodélica, son de esos grupos con muy “buena pinta” en la escena Indie patria. La banda nos presenta su nueva EP homólogo con el único fallo de no saber en qué estilo encuadrarlos al no tenerlo claramente definido. Es como si, dentro de la misma, hubiera una partición invisible que la dividiera en dos bloques: uno post punk revival, y otro totalmente psicodélico.
En el primero podríamos encuadrar canciones como Summer 1917. Es de esos temas que te meten el buen rollo en el cuerpo, como los anuncios de Estrella Damm (rodados cerca de su isla, Mallorca) o unas cervezas en la playa con unos colegas. De melodía pegadiza, parece firmada por grupos de la escena indie británico. Toda una canción de esas que te hacen menear la cabeza levemente: simpática y agradable.
Dentro de este mismo bloque, el de la escena indie rock, también cabe incluir Kristine. Con un inicio parecido a Undercover Martin de los célebres Two Doors Cinema Club, quizá le falte un riff de guitarra un poco más notorio para terminar.
En la segunda partición, la de la música psicodélica, The Last Dandies nos ofrecen dos temas fundamentalmente: Echoes y Pill 7. Como podrán comprobar, el calificativo que le pone nombre a este bloque es total. La primera canción es una declaración de amor hacia este tipo de música. De hecho, su nombre es el mismo que el de la célebre canción de Pink Floyd de su disco Meddle de 1971, y uno de sus recopilatorios más recientes también se llama así. Si la escuchas es como volver a esa música que nublaba los sentidos de los años 60 y 70, con unos teclados que tratan de emular a Ray Manzarek de The Doors (con poco éxito) y distorsiones de guitarra por todos los lados. Pill 7 sigue la senda de Echoes: psicodelia sin parar.
En definitiva, ¿qué es The Last Dandies? Un grupo con mucho camino por recorrer y aún con un estilo por definir. Igual resultan totalmente desenfadados como se ponen serios y tratan de llevarte al éxtasis con sus melodías experimentales. Son buenos, eso sí, pero tienen mucho camino que recorrer en para llegar a la cima. Esperemos que no se desvíen del camino y, como dijo el sabio… Ver veremos.
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