SACRED BONES
[2012][8]
Tenías razón, va directo. Aquí no hay concesiones, ni vueltas absurdas, ni rodeos. No hay nada gratuito, ni superfluo. No hay ningún arreglo de más, ni guitarras dobladas, ni líneas fuera de lugar. Tampoco escucho dudas en su voz, ni temblores en el pulso cuando escupe sobre el micrófono. La batería cae en su momento, como un golpe seco sobre madera vacía…
Parece que todavía siguen saliendo bandas que saben hacer canciones de verdad, que entienden cuál es el valor de un acorde y el poder eterno que este puede llegar a tener. Parece que aún queda algo de aquello que valoraba la música no solo por lo que podíamos escuchar, sino por lo que de verdad éramos capaces de sentir con ella. The Men regresa con su segundo disco, Open Your Heart, y lo hace de verdad, para que volvamos a recordar.
Con Turn It Around comienzan las convulsiones: mientras las afiladas guitarras bailan sobre una base rítmica imparable, estremecedora, la voz de Mark Perro se abalanza sobre tu garganta, apretando fuerte, sin dejarte respirar. Con el primer corte te das cuenta de que aquí solo podemos hablar de animales, de bestias, que han aprendido a base de carretera cómo un simple riff puede someter a cualquiera. Un auténtico pildorazo que nos traslada a 1989, cuando Neil Young fue capaz de poner los pelos de punta a varias generaciones a punta de guitarra. Y así, con esta innegable apertura, empezamos a conocer a The Men, una banda californiana que ha sabido recoger todo lo que alguna vez les hizo amar la música para plasmarlo en este trabajo imprescindible.
Respiramos. Segunda canción: tambores de guerra avanzan la debacle. De repente salta el slide como punto de partida de una guerra inevitable, apocalíptica. Creemos escuchar a Jhonny Rotten de nuevo; no puede ser, pero su voz inhumana vuelve para saltarnos encima y ahogarnos sobre los coros celestiales que nublan nuestra mente. Animal es el segundo corte de Open your Heart, y no tiene nada que ver con el primero, pero suena a gloria, como siempre debería haber sonado. Y es que estos jóvenes de la Costa Oeste parece que con su segundo disco quieren hacer un tratado de todo aquello que han mamado: aquí están los Stooges, The Ramones, The Adverts… y sobre todo los omnipresentes Replacements, que vuelven a ser señalados como una de las formaciones imprescindibles en la historia del rock (bien entendido, claro). Así, podemos comprender cómo el grupo liderado por Nick Chiericozzi y Mark Perro puede hacer canciones tan diferentes como Country Song, donde se aventuran a crear una bellísima melodía sin voz que recoge toda la herencia sureña americana y la disuelve con The Perfect Prescription (Spacement 3), o Please Don’t Go Away; en la que el sonido preferido de Brooklyn (los llantos de los sintetizadores sumergidos sobre la decadencia de los silbidos y las guitarras envueltas en una atmósfera onírica) apadrinado por grupos como The Antlers aparece en escena.
Estamos ante un disco diferente, complejo, en el que la sencillez parece esconder un discurso completamente nuevo, desconocido: The Men deja atrás cualquier tipo de complejo para hacer canciones directas, espontáneas, y sin vuelta atrás como Open Your Heart, o Exdreams, pero también para sumergirnos en las emociones pecaminosas y surrealistas de Oscilation o Presence.
Open Your Heart no es un álbum para hablar de él, ni para criticarlo, ni compararlo; es para disfrutarlo de verdad. En estos 10 cortes hay demasiados años de buena música, demasiadas canciones, y muchas emociones, algo que parece casi impensable en estos días. Nuestro consejo es que comiencen escuchando Candy, que cierren los ojos y disfruten. Los aullidos vendrán después.
por Luis Fernández
