[dropcap type=»1″]T[/dropcap]hee Oh Sees han soltado una bomba. La cantidad de matices, influencias, detalles, saltos y riesgos de este álbum, ‘Drop’ (Castle Face, 2014), convierten su escasa media hora de duración un disfrute absoluto. El garage estrecha lazos con gestos experimentales que también gustan de la psicodelia sesentera. No es perfecto, pero dentro de su simplicidad han encontrado el punto justo de eclecticismo y heterogeneidad.
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La experimentación dota al álbum de gran originalidad.
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No da descanso, incluso los ritmos más pausados se esfuerzan en no serlo en exceso.
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La brevedad del álbum te hace querer más cuando cierra ‘The Lens’.
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Aunque sea bueno querer más, tan solo media hora de disco termina siendo demasiado poco.
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Hay temas que se ven opacados por el resto, ya sea por falta de inventiva o de técnica, como ‘Drop’ o ‘Camera (Queer Sound)’.