Hay canciones, álbumes que evocan imágenes, obras que infunden una sinestesia placentera que te mece y te acuna. Vagas por esa idílica imaginería entre viento y arena, nómada por naturaleza, cuando te das cuenta de que no es tu vida la que estás viendo. ‘Emmaar’ (PIAS, 2014) evoca toda clase de vivencias, representaciones y experiencias de un pueblo sufridor como es el de la banda Tinariwen, máximos representantes del blues de los tuareg.
Los ritmos tribales africanos han encontrado su alma gemela en las líneas eléctricas de la guitarra. El rasgueo de los dedos bebe de la tradición musical árabe, como sus raíces subsaharianas demandan. Desde la abertura del álbum en ‘Toumast Tincha’ hasta su cierre en las melodías acústicas de ‘Aghregh Medin (Hassan’s Song)’, el blues retoma sus orígenes continentales desde otra perspectiva, aunando pasado y presente en una alianza perfecta.
La instrumentación recurre, de nuevo, a la mezcolanza de elementos árabes y occidentales; los golpes del tinde a la percusión junto a la ligera saturación de las guitarras y el bajo eléctrico hacen de esta una música única en todo el mundo. La profundidad de su composición y su fuerte emoción se hacen presentes más que nunca, logrando guiarte hacia todas las sensaciones que desencadenan la canción, hacia la noche del desierto que es su hogar.