- CARPARK
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5
- por Carlos Naval
Parece un criterio común el hecho de señalar un disco como malo si repite el estilo de un álbum propio y anterior, aunque esto guste a la gran mayoría de los seguidores acérrimos de un grupo. Hay grandes excepciones, como el increíble Room on Fire de The Strokes o el Lonerism de Tame Impala. De hecho, este último no sólo mejora el estilo de la banda, sino que lo lleva a su máxima expresión. Sin embargo, si es este es un pecado, tanto peor es el de aquellos grupos que cambian a una fórmula más facilona, puesto que esto indica una falta de creatividad notable, debido seguramente a que el artista está atravesando una mala época.
Este segundo es el caso que debe afectar a Chaz Bundick, un joven genio musical que llegó a alumbrar una colección de maquetas en 2009 totalmente asombrosa. Y eso que todavía estaba cursando sus estudios en la Universidad de Carolina del Sur. Entonces despuntaba en él un delicioso chillwave que sirvió de inspiración a otras referencias que quedan para las generaciones futuras, como Washed Out. Poco queda de ese joven en el Toro y Moi del que hablamos hoy, puesto que en Anything in Return no sólo da la espalda en parte a esa herencia, sino que se entrega en brazos del R&B noventero más simplón, con influencias del rap incluidas, pero sin casi nada de ese estilo tan propio de crear laberintos sonoros con unos recovecos tan mareantes como deliciosos.
Sí, amigos. Lo malo de despertar del buen sueño ochentero en el que nos sumió Underneath the Pine, es despertar en este mundo superficial que ha esculpido a caricias el bueno de Chaz. Líneas de bajo sencillas, repetitivas y que podrían aparecer en el hilo musical de tiendas de Inditex. Eso es Say That. Voces todavía oníricas, pero con melodías comerciales, resultonas, gustables pero sin garra, sin el paladar del New Beat, sin la magia de una Dead Pontoon. ¿Qué es en comparación Rose Quartz?
Se le puede reconocer que la nueva paleta de sonidos llega a momentos realmente deliciosos, cuando se atreve a jugar con los huecos que dejan los ritmos y los graves, con las guitarras danzarinas de So Many Details, un single que salva el desastroso inicio. De hecho, la segunda mitad también tiene buenos ejemplos de este sonido, aunque sólo en parte. El R&B deja respirar al disco cuando abraza su faceta más retro en Studies o en el funky de High Living, aunque no tarda en perder el repunte y precipitarse a un vacío inexplicable con Cake, en el que el estribillo pondría los pelos de punta incluso al más ñoño de los seguidores de Chaz. Como escarpias.
¿Qué ha sido de un grande de una generación que creó un género musical desde su habitación?¿El futuro del chillwave se ha apagado ya y sólo quedan algunas referencias más underground que permanecen fieles a él, como Seabright? Lo veremos este año, puesto que el pasado no hubo tantas referencias como en el brillante 2011.
- Y a ti, ¿qué te parece el nuevo disco de Toro y Moi?