Tortel | Entusiasmo

Entusiasmo, qué difícil palabra. Hay que ser realmente valiente para pronunciarla, pero mucho más para vivirla… Hay que ser atrevido para lanzarse tan directo, al cuello, y aferrarse a un término tan temido, tan lejano. Entusiasmo es un estado cuyo significado quizá tardemos en recuperar. Sin embargo, Jorge Pérez quiere intentar devolverle su concepto, su valor.

El segundo disco de este músico valenciano tiene ese nombre sospechoso, Entusiasmo. Éste es un largo complejo que, tras su aparente sencillez, esconde colores que tardaremos mucho en encontrar: pese a su aspecto fácil, directo, cada escucha nos lleva a un nivel diferente, sorprendente. Es impresionante cómo una canción pasa de no ser nada a hacerte volar. Tórtel vuelve de nuevo con algo que se escapa de lo simple, con un disco cargado de canciones deliciosas que tendremos que volver a escuchar para entenderlas, y siempre de la mano del genial Joaquín Pascual.

Entonces Sí es el ritmo latino que se encarga de abrir el disco, y es la samba con la que Jorge Pérez nos lleva a otro lugar muy lejos de aquí, donde algo valió la pena. Es una canción limpia, que camina con contundencia, pero que a la vez te mece en los momentos en que todo calla y llega a su fin; ese fin que la guitarra se encarga de dibujar, cuando el resto de elementos ya parecen apagarse. Entonces Sí habla de una relación eterna, en la que el resto de las cosas ya no tienen sentido, y lo hace con la maestría con la que Maderita nos ponía los pelos de punta.

Si algo tiene Tórtel, te gusten o no sus canciones, es esa capacidad de llegar a transmitir la sensación que desea en cada momento. Esto quiere decir que tiene el talento de crear un discurso coherente con sus elementos: son esos juegos de voces los que te llevan a imaginarte la historia, y no solo la letra. Éste es un bien muy escaso, y que es difícil de ver en un momento en que la prisa hace que las canciones se queden vacías, llanas; éste era ese bien que hizo de Surfin Bichos uno de los mejores grupos de nuestro país. Esto ocurre en Los Cantantes que, pese a tener algunos momentos demasiado “inocentes”, consigue dominar todos los instrumentos perfectamente, dominando las dinámicas para lanzar al aire una oda a todos los contadores de historias. Y algo semejante pasa con el Héroe del Río, una de las mejores canciones del disco, que aguanta esa esencia latina tropical para unirla a unas voces soberbias, símbolo de Tórtel.

En Entusiasmo también hay canciones que se acercan a la esencia de Lugar Nuevo, su anterior disco, mucho más próximas al folclore patrio. Ahí está Las Mejores Intenciones, un canto popular que nos enseña cómo las cosas pueden ser, o no. Una bella canción, con unos juegos de viento magníficos, que crece con cada escucha. Esto es algo que tenemos que agradecer a Jorge Pérez, sus canciones no acaban nunca: al principio te pueden no gustar, pero cuando ya han calado dentro de ti, no puedes parar. Así nos encontramos con Entusiasmo, que da nombre al disco, y la más directa Los Tres Mendigos, una canción pop con unas melodías deliciosas (quizá sea una locura, pero el Psycho Cupid de los Mekons aparece aquí de vez en cuando… pero sí, será una locura) con claras reminiscencias al Grupo de Expertos de Manuel Ferrón.

Y ya por último señalar Difunde La Palabra, con esas guitarras a lo Africa 70´, y ese gusto por la enseñanza que guía casi siempre el discurso de Tórtel. En definitiva, un disco entusiasta, cargado de canciones sencillas, pero que encierran en sí la capacidad de sorprendernos, de crecer. Es un álbum para escucharlo varias veces, y sobre todo, para descubrirlo.