[dropcap type=»1″]L[/dropcap]a intensidad, la rabia y la provocación son capaces de hacer desatar el caos más exquisito si se le pone una banda sonora a la altura. En esto emerge el punk, siempre dispuesto al desmadre mayor en una aventura que ha venido sujeta no tanto a la riqueza instrumental como a la actitud. Si esa garra además sorprende con cuerdas vocales femeninas, aquí hay mucho de qué hablar. Esta es la vida de White Lung.
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Llegando a ‘Deep Fantasy’ (Domino, 2014), su tercer álbum de estudio, tras superar contratiempos en la formación, los de Vancouver han vuelto a abrazarse al espíritu del punk rock norteamericano que tan de capa caída juega en los últimos tiempos. Que no haga falta grandilocuencia en variación de acordes, no significa que el estilo tenga que convertirse en composiciones endebles para púberes rebeldes, y eso es algo que el trío ha sabido salvar.
La voz de Mish Way, que esta vez se dibuja con cierta melodía, estalla desde lo más profundo para cantarte a dos centímetros de la cara, puedes incluso sentir salpicar su saliva. Tendrás que correr al compás de los riffs veloces y ritmos acelerados con que se acompaña cada letra, dedicadas tan pronto al sexo como a la dismorfia muscular. Puede parecer otro disparo al aire más pero una vez des el primer paso, la adrenalina irá directa a tu esternón hasta la profunda fantasía.
[quote_box_center]Domino | 2014[/quote_box_center]